Sanidad diseña un nuevo plan antitabaco con más impuestos y más espacios al aire sin humo
Se quiere prohibir fumar en el coche y se equipara el cigarrillo electrónico a otros productos de tabaco
Diez años después de acorralar el tabaco en espacios interiores, ahora toca ponerle barreras en el exterior. El Ministerio de Sanidad ha empezado a distribuir entre las sociedades científicas y organizaciones ciudadanas su nueva estrategia para luchar contra el tabaquismo en la que se incluyen medidas para restringir el consumo en espacios al aire libre y, por primera vez, en el vehículo privado. Sanidad no quiere que se fume en los coches y tampoco en exteriores con entornos sensibles como zonas deportivas o de juego infantil. La nueva estrategia no especifica en qué espacios se prohibiría fumar, aunque las asociaciones de lucha antitabaco llevan años solicitando que se regule el consumo en terrazas de bares, estadios de fútbol y otros recintos deportivos e incluso en playas o piscinas. El documento de Sanidad se limita a explicar que las nuevas medidas permitirán avanzar en la «creación de más lugares sin humo en exteriores» para que «España vuelva a ser pionera como ya lo fue en la ley de 2010», cuando se borró el tabaco de la hostelería.
El impulso a la lucha contra el tabaco llega con retraso por la irrupción del Covid. El plan consta de cinco metas y 21 objetivos a desarrollar en los próximos cuatro año e incluye, entre otras medidas estrella, subir vía impuestos el precio del tabaco en todas sus formas (cajetillas, picadura y cigarrillos electrónicos) o el empaquetado genérico de las cajetillas. También se incluyen medidas de prevención para evitar que los jóvenes se inicien en su consumo y ayuda a los que quieran dejar este mal hábito. Pero a diferencia de sus predecesores en el cargo, esta vez la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha preferido dirigir su lucha contra el tabaco con una estrategia de salud en lugar de redactar una ley, al menos de momento. De no redactarse una ley, podría quedar en «papel mojado», advierte Francisco Lozano, presidente de la Red Europea de Prevención del Tabaquismo. «El plan es una buena declaración de intenciones que recoge todas nuestras peticiones, pero necesitamos que se cumpla y tenga dotación presupuestaria. Estamos perdiendo un tiempo precioso». Este experto cree que ahora es un momento dulce para buscar un consenso en el Parlamento «porque la mayoría de los partidos votarían a favor» y la sociedad española está preparada. «El Covid nos ha enseñado que lo más importante es la salud», dice.
En la misma línea, se pronuncia Esteve Fernández, director de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología, centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud. «El plan del Ministerio de Sanidad lo tiene todo, pero falta concreción. ¿De dónde sale el dinero para mejorar la prevención entre niños y jóvenes?, ¿cómo reforzamos la atención primaria para ayudar a quienes quieren dejar su adicción?, ¿o cómo conseguimos la implicación de todos los ministerios? Sanidad no puede tomar la decisión de subir el precio del tabaco, necesitamos una ley para que las medidas sean efectivas y se cumplan», reclama Esteve Fernández.
Estas son las principales medidas previstas en la estrategia de Sanidad:
Tabaco más caro
El plan de Sanidad plantea la subida del precio del tabaco y sus derivados, vía impuestos, como una de las medidas más eficaces para reducir el consumo y evitar que los jóvenes se inicien en el hábito. Plantea un aumento no solo de las cajetillas tradicionales, sino del tabaco de liar y también de los nuevos e-cigarrillos, los dispositivos electrónicos que calientan el tabaco. España aún es el ‘estanco de Europa’ y mantiene uno de los precios más bajos. Aunque los impuestos suponen un porcentaje muy alto del precio final, aún no se acercan al coste de otros países de nuestro entorno. Esteve Fernández pone como ejemplo al Reino Unido o a Francia, donde la cajetilla de 20 cigarrillos cuesta unos 10 euros, frente a los 4 o 5 euros que cuesta en nuestro país. «En España deberíamos copiar a Francia con una subida gradual del precio hasta lograr un precio que disuada su consumo».
Empaquetado sin marca
Es otra de las apuestas de la estrategia, reclamada desde hace años por las organizaciones de lucha contra el tabaco. El envasado genérico del tabaco quiere evitar que los paquetes sean un reclamo visual para los jóvenes, por lo que las cajetillas son indistinguibles unas de otras, salvo por una pequeña leyendo donde se lee la marca y el nombre del fabricante. «Sabemos que ha funcionado en Inglaterra, en Francia, Irlanda... y hay otros países que van a adoptarlo como Eslovaquia», recuerda Francisco Lozano.
Adiós al humo en los coches
Por primera vez, se plantea prohibir el consumo de tabaco en el interior de automóviles privados. La ley anterior lo hacía en vehículos públicos o industriales: ni taxis, ni VTC, ni autobuses, ni camiones. Pero en la práctica, un conductor cuando viaja solo en el vehículo puede fumar si no hay público en su interior. Ahora se va más lejos. No se regula por la protección a terceras personas o porque se pueda dañar a niños o mujeres embarazadas que vayan en el interior, el objetivo es que no se fume en un vehículo porque se sabe que hay partículas contaminantes del tabaco que permanecen en los coches. Otra razón es que encender un cigarrillo también puede ser un motivo de distracción al volante.
¿Se podrá fumar en la terraza de un bar?
«Es una buena declaración de intenciones, pero si el plan no se plasma en una nueva ley será papel mojado»
Los fumadores de las terrazas de los bares y los estadios están en la diana, aunque Sanidad no aclara donde prohibirá fumar
No queda claro, tal y como está redactada la estrategia del Ministerio de Sanidad. Pero en el punto de mira están las terrazas de bares y restaurantes, los estadios de fútbol o recintos deportivos y entornos donde hay niños y se da un mal ejemplo o no haya distancia de seguridad. La pandemia de Covid ha sido una buena experiencia para entenderlo. Algunas comunidades, como Navarra, ya han prohibido fumar en terrazas por el Covid y el miedo a la propagación por aerosoles. El País Vasco tampoco permite fumar en estadios de fútbol.