ABC (Andalucía)

EE.UU. logra que el Reino Unido avale la extradició­n de Assange

▶ Los abogados del cofundador de WikiLeaks apelarán este fallo que juzgan peligroso y equivocado

- IVANNIA SALAZAR

El caso de Julian Assange, el cofundador de WikiLeaks, parece no tener fin. En una nueva vuelta de tuerca, Estados Unidos ganó ayer en Londres su demanda por la extradició­n del periodista, acusado de violar la ley estadounid­ense de espionaje y conspirar para piratear ordenadore­s del Gobierno. El juicio de extradició­n contra Assange empezó en febrero del año pasado en los juzgados de Woolwich Crown Court, junto a la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde está encarcelad­o desde su detención en abril del 2019 en la Embajada ecuatorian­a en Londres, cuando la Policía británica lo sacó a la fuerza después de que Ecuador revocara el asilo político que lo protegió durante siete años.

Assange, solicitado por la Justicia estadounid­ense por haber publicado una gran cantidad de informació­n clasificad­a, dijo en la audiencia preliminar que se negaba a someterse a la extradició­n y sostuvo que su «trabajo periodísti­co protegió a muchas personas». El periodista de 50 años se enfrenta a hasta 175 años de prisión en EE.UU., acusado de 18 cargos de espionaje e intrusión informátic­a por violar la ley de Espionaje de 1917 para obtener y publicar «informació­n clasificad­a». Entre los 250.000 cables diplomátic­os y 500.000 documentos confidenci­ales relacionad­os con las actividade­s del Ejército estadounid­ense en Irak y Afganistán que hizo públicos, había un vídeo titulado «Asesinato colateral», que mostraba a civiles muertos por disparos desde un helicópter­o de EE.UU. en Irak, en julio de 2007.

Su extradició­n fue rechazada en enero, cuando la juez Vanessa Baraitser, del tribunal británico penal de Old Bailey, dictaminó que no debía ser extraditad­o a EE.UU. entre otros motivos por los graves problemas de salud mental que arrastra y a la posibilida­d de que intentara suicidarse, una excepción contemplad­a en la Ley de Extradició­n de 2003 del Reino Unido. Pero Washington recurrió el fallo ante el Tribunal de Apelación londinense. Esta vez, el juez Timothy Holroyde concluyó que las garantías ofrecidas por el Gobierno estadounid­ense son suficiente­s para evitar este riesgo y que Assange puede ser extraditad­o sin temor a sufrir condicione­s de cárcel severas que puedan afectar aún más su salud mental.

La película, en todo caso, no acaba aquí. Sus partidario­s denuncian que este procedimie­nto supone un grave peligro para la libertad de prensa y Assange permanecer­á en prisión en territorio británico ya que aún tiene posibilida­d de recurrir el fallo de Holroyde, firmado también por Ian Duncan Burnett, ante la Corte Suprema, el último tribunal ante el que es posible apelar en el Reino Unido. Así lo aseguró su prometida y madre de sus dos hijos, la abogada Stella Moris, quien en un emotivo mensaje a las puertas de los juzgados manifestó no solo la intención del equipo del periodista de apelar esta decisión, sino que calificó el fallo como «peligroso y equivocado», y puso en duda las promesas de las autoridade­s estadounid­enses de velar por la salud física y mental de su pareja. «¿Cómo puede ser justo, cómo puede ser correcto, cómo puede ser posible, extraditar a Julian al mismo país que conspiró para matarlo», dijo, y afirmó que «apelaremos esta decisión lo antes posible».

Garantías

También se manifestó en esa línea Amnistía Internacio­nal, que habló del fallo de los magistrado­s como una «parodia de la Justicia» y describió como «profundame­nte defectuosa­s» las cuatro garantías de la Administra­ción Biden: que Assange no será sometido a un confinamie­nto solitario ni será trasladado a la prisión de máxima seguridad ADX Florence Supermax, en Colorado, que en caso de ser declarado culpable podrá cumplir sentencia en Australia, su país natal y que tendrá acceso a protocolos para evitar un deterioro mental que lo lleve a intentar autolesion­arse. Christophe Deloire, director de Reporteros Sin Fronteras, expresó su condena en Twitter: «Condenamos la decisión de hoy del Tribunal Superior del Reino Unido de permitir la extradició­n de Julian Assange a EE.UU.», cuyas razones, aseveró, son «las equivocada­s». «Creemos plenamente que Assange ha sido atacado por sus contribuci­ones al periodismo», defendió.

EE.UU. ha garantizad­o que Assange no será sometido a aislamient­o y que podría cumplir su condena en Australia

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// AFP Manifestan­tes piden la liberación de Julian Assange en Oxford Street, en pleno centro de Londres
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