ABC (Andalucía)

Cuenta atrás para la ‘muerte’ del depósito a plazo fijo con una caída histórica del 24%

➤ Los hogares ya solo acumulan 83.000 millones en estos productos, la mitad que en 2018

- DANIEL CABALLERO

Hubo un tiempo en el que los depósitos a plazo fijo eran uno de los productos financiero­s más atractivos para los españoles. Aquello ya forma parte del pasado. El dinero que mantienen en ellos los hogares se sitúa en 83.196 millones de euros, mínimo de la serie histórica según los datos del Banco de España. Y la tendencia no hace más que acelerarse. Es una ‘muerte’ anunciada de los depósitos a plazo fijo.

Agosto de 2013 es el pico máximo que alcanzaron los hogares en esta inversión/ahorro. El montante en este tipo de depósitos alcanzó en esa misma fecha los 422.096 millones de euros, frente a los 316.458 millones que había en el depósito a la vista, como las cuentas corrientes. Esto lleva años dándose la vuelta.

Frente a los 83.200 millones que hay a plazo fijo en la actualidad, los depósitos a la vista suman 841.562 millones. Diez veces más. Asimismo, los primeros se han reducido a la mitad en cuestión de tres años.

Es más, tomando en cuenta todo el conjunto de 2021, la caída es del 24,4%. Una cifra de desplome que es histórica para un periodo de enero a octubre. Lo más cercano es el hundimient­o entre los diez primeros meses de 2017, con un -21,3%.

Los datos no engañan: el atractivo del plazo fijo va en caída libra desde hace años... pero no es casual. Coincide, a grandes rasgos, con el comienzo del dopaje del Banco Central Europeo (BCE) a las economías del euro, vía política monetaria. Eso ha terminado provocando que los bancos ya no quieran ni necesiten depósitos de sus clientes, ni a la vista ni a plazo fijo, para obtener liquidez. La rentabilid­ad termina por desplomars­e a consecuenc­ia y el atractivo cae.

«La rentabilid­ad de los depósitos ha caído drásticame­nte durante los últimos años hasta situarse cerca del 0%. Si a eso le sumamos que la inflación está batiendo récords y ya supera el 5% anual, la mayoría de los plazos fijos dejan de tener interés, ya que su rentabilid­ad real es negativa», señala Javier Mezcua, responsabl­e de Bancos y Depósitos de Helpmycash. El único reducto que queda para esquivar esa rentabilid­ad nula está en acudir a depósitos de bancos europeos, como señala, aunque por la inflación la suma sigue saliendo negativa.

Con los niveles del IPC actuales, en el 5,6% según el índice adelantado de noviembre, la pérdida de poder adquisitiv­o para quienes contraten un depósito a plazo fijo es grande. Incluso, en ningún momento de la serie histórica podría haberse evitado la pérdida de poder adquisitiv­o con esta inflación. Lo más cercano que se estuvo de una rentabilid­ad a esa escala fue en octubre de 2008 con un 5,04%. Aquel fue el máximo histórico y en la actualidad se sitúa en el 0,05%, para los hogares. Porque la rentabilid­ad del plazo fijo para las empresas es bien distinta.

Las sociedades, si desean meter su dinero en depósitos, ya sea a la vista o plazo fijo, han llegado a tener que soportar este año hasta un -0,3%. Tasas negativas, lo que indica que las empresas deben pagar al banco por dejar allí su dinero. El siguiente paso de la tendencia podría estar en cobrar por los depósitos a los hogares también, aunque de momento se descarta en el sector financiero.

«El sector bancario ha reducido de manera progresiva estos tipos de remuneraci­ón para contrarres­tar el impacto de la caída de los tipos de interés de referencia en la generación de ingresos financiero­s y compensar, al menos parcialmen­te, la caída del margen de intereses que ha sufrido el sector, especialme­nte, desde 2014 por el efecto de los tipos negativos», comenta Marta Alberni, consultora del área de Banca de Afi.

Destino del dinero

Los fondos que no se están dedicando a los depósitos a plazo fijo han experiment­ado un trasvase a otros productos. «En los últimos años se ha observado en el sector bancario español un progresivo trasvase de los depósitos a plazo hacia depósitos a la vista. Como consecuenc­ia, la composició­n de la estructura de depósitos ha variado sustancial­mente desde 2008, cuando un 60% aproximada­mente de los depósitos eran a plazo, frente al escaso 10 o 15% que suponen actualment­e», comenta Alberni.

Mezcua coincide con este diagnóstic­o y añade: «A pesar de que las cuentas corrientes (depósitos a la vista) son todavía menos rentables, de media, que los depósitos, son más flexibles y el cliente puede ingresar y retirar su dinero cuando quiera, por lo que probableme­nte muchos ahorradore­s hayan preferido tener su dinero disponible en una cuenta antes que en un depósito sin apenas rentabilid­ad», más aún con la inflación que hay en la actualidad.

Aun así, no es el único destino que ha tenido ese dinero. La inversión pura también ha ganado clientes. «El trasvase de los ahorros hacia productos como los fondos de inversión no solo permite generar a las entidades unos mayores ingresos asociados al cobro de comisiones, sino que también permite reducir el coste que les supone el exceso de liquidez que mantienen depositado en el Banco Central Europeo al -0,5%», destaca la experta de Afi.

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// ABC Un cliente deposita dinero en una oficina bancaria
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