Miedo a la delación

¿Cuántas familias habrá, como esta de Canet, que guardan silencio para que no las descubra un chivato?

ESTA semana coincidí con un personaje muy interesante. Un catalán por los cuatro costados, muy formado y viajado por el mundo entero. Uno de esos tipos a considerar por tantas cosas. Y me sorprendió algo que me dijo: «¿Sabes lo que me llama la atención de Madrid?... El ruido en los bares y en las terrazas. La gente habla sin problemas. No importa que otro te esté oyendo. En Barcelona, la gente apenas habla en la barra del bar, por si las moscas...». Me pareció una observación terrible porque tras esos silencios en un simple bar lo que se esconde es miedo, acoso, aislamiento y ruina. La delación.

¿Son conscientes de hacia dónde están llevando a la sociedad catalana? ¿Y a la sociedad española? ¿Se da cuenta de la deriva del puñetero ‘procés’? Es más, ¿de verdad Pedro Sánchez puede aguantar una humillación tras otra como si tal cosa? ¿No tiene límite?

Lo que está ocurriendo en Canet de Mar (Barcelona) no es un hecho aislado por mucho que el Gobierno intente salvar el trasero a sus socios. No. Lo que está pasando con esa familia es solo la puntita del iceberg. Es un ejemplo más, similar a ese silencio de los bares sólo que, en este caso, los padres del niño de 5 años han decidido no callar. Y han ganado en el Tribunal Supremo.

El auténtico problema político y social en Cataluña es el miedo promovido desde la propia Generalitat y sus satélites. Un miedo contra el cual, el Gobierno de España no hace nada. Y no hacer nada es ser cómplice de otra humillación, otra ignominia con una consecuencia inmediata: la ruina.

PD: Hazlo tú. Anteayer manifestación en Canet de Mar frente al colegio, en supuesta defensa del catalán, promovida por la AMPA del centro. Es decir, por otras familias del cole y del pueblo. Cortaron la carretera N-II como señal de protesta. Y, por supuesto, no pasó nada. Hazlo tú. Sal con los colegas y corta la SE30 en Sevilla, la N-340 en Málaga o la M-607 en Madrid. Prueba y me cuentas.

Por cierto, ¿cuántas familias más habrá, como esta de Canet, pero que no se atreven a hablar por miedo a la delación?