ABC (Andalucía)

El gran símbolo del cine italiano

OBITUARIO Lina Wertmüller (1928-2021) Se convirtió en una guía e icono para las directoras de todo el mundo

- ÁNGEL GONZÁLEZ ABAD

Lina Wertmüller (Roma, 1928) una de las más grandes directoras italianas, falleció el pasado lunes en su casa de Roma. Era un símbolo del cine italiano. Fue la primera mujer nominada al Oscar a la mejor dirección (1976) por ‘Pasqualino siete bellezas’, ambientada en el Nápoles de los años 30, con Fernando Rey y Giancarlo Giannini de protagonis­tas. Fue su primer gran éxito internacio­nal. El filme cuenta la historia de superviven­cia de un tipo napolitano, astuto y oportunist­a, que lograba superar cualquier clase de obstáculos. En el 2019 se le concedió un Oscar honorífico por su trayectori­a cinematogr­áfica. Al recogerlo se ganó al público con su ironía: «Hay que cambiar el nombre de esta estatuilla, pongámosle un nombre de mujer, Anna».

Wertmüller comenzó en el cine como ayudante de dirección de Federico Fellini (8 1/2, ‘La dolce vita’), y en 1963 realizó su primera película ‘I Basilischi’. Con una comicidad agridulce, sus películas se caracteriz­aron por la ironía y el sarcasmo, gran sensibilid­ad y en general títulos largos. Con ese toque personal, algunas de sus películas pasaron a la historia del cine italiano. En los años 70, aparte de ‘Insólita aventura de verano’, destacó ‘Mimí metalúrgic­o, herido en su honor’, filme de gran éxito con el que comenzó a ofrecer al público su mirada desencanta­da y mordaz sobre la sociedad. La película cuenta la historia de un obrero siciliano que pierde su trabajo por votar al Partido Comunista, pero que encuentra uno nuevo ayudado por la mafia.

Después, en los años 80 se centró en los temas históricos y políticos: desde ‘El fin del mundo...’ y ‘Hecho de sangre entre dos hombres...’, con Sophia Loren y Marcelo Mastroiann­i, hasta ‘Noche de verano’. Desde inicios de los años 90 gozó de un nuevo éxito apostando por actores que adapta a su gusto personal, y con actrices cómplices como Sophia Loren, con la que llevó a la televisión una exitosa adaptación de ‘Sábado, domingo y lunes’.

Wertmüller, nacida en una familia suiza de origen noble, estuvo casada con Enrico Job, un apreciado escenógraf­o, fallecido en el 2008, con el que trabajó en varias de sus películas. Adoptaron a la hija María Zulima. La directora, que fue guionista también de muchas de sus películas, se posicionó en temas políticos y sociales y nunca ocultó sus ideas, como el unirse al Partido Socialista o reivindica­r los derechos de las mujeres en el mundo del cine. Se convirtió en una guía e icono para las directoras de todo el mundo. Sobre sí misma dijo: «Siempre he tenido un carácter fuerte, desde que era niña. Siempre me hice respetar y quise que así sucediera con todas las mujeres”.

Todo el mundo del espectácul­o le ha rendido homenaje. Sophia Loren ha comentado: «Estoy profundame­nte entristeci­da. Ha desapareci­do un mito. Para mí es como si hubiera muerto un miembro de la familia».

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