Incertidumbre hasta el último momento sobre el Concierto de Año Nuevo en Viena
Este miércoles se decidirá si se admite público y en qué condiciones. Barenboim lo dirige por tercera vez
Javier se había prometido a sí mismo que, cuando se jubilase, lo primero que haría sería ir a escuchar el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, que toda su vida ha seguido a través de la televisión. Pero tuvo la mala suerte de jubilarse en 2020. La pandemia obligó a cancelar las entradas en 2021 y decidió intentarlo por segunda vez con el de 2022. Pero acaba de tirar la toalla. «Hay mucha incertidumbre. En Austria hay muchos contagios y, en el caso de que no cancelen de nuevo las entradas, quizá no pueda entrar en restaurantes o hacer visitas culturales. Solo me lo voy a poder permitir una vez en la vida, así que quiero disfrutarlo a fondo, no ir con miedo ni recordar en el futuro las restricciones más que la música», explica.
Lo último que ha dicho oficialmente la Filarmónica de Viena, en un comunicado del 3 de noviembre, es que el Concierto de Año Nuevo se celebrará y que solamente podrá asistir el público que certifique que está vacunado, un total de 1.500 entradas ya vendidas. Pero desde la emisión de este comunicado hasta ahora, Austria ha cambiado dos veces de jefe de Gobierno y de normativa de restricciones. Fuentes del Musikverein informan de que el 15 de diciembre se tomará la decisión definitiva sobre la admisión de público en el concierto y en qué condiciones. «Nuestra intención es celebrar el concierto con el aforo completo, pero naturalmente y por prudencia debemos atenernos a la evolución de la pandemia y a las consignas de las autoridades», justifica la portavoz, Claudia Kapsamer.
Preparativos finales
Mientras tanto, en el Salón Dorado, los preparativos finales para el 82 concierto ya están en pleno apogeo. Daniel Barenboim, que lo dirigirá por tercera vez, ha estado grabando junto a la documentalista Sabine Scharnagl un reportaje sobre sus ‘proyectos de corazón’, en el que recorre las estaciones y encuentros más importantes de su dilatada carrera artística y que acompañará a la emisión televisiva. Y el reputado director Michael Beyer ha liderado ya los ensayos para la retransmisión del ‘Concierto de Conciertos’, que es visto anualmente por millones de personas en casi 100 países. «Estamos cruzando los dedos y, si todo se lleva a cabo, lo celebraremos como un gran triunfo de la música», dice Barbara Rett, que comentará el evento para la audiencia austriaca. Y esa será también la esperanza de muchos amantes de la música que han cancelado sus reservas debido a toda esta inseguridad.
«El año pasado ya se canceló todo y este año hemos tenido mucha demanda, pero al final muchas reservas hechas en mayo y junio a última hora no se han confirmado», dice Mónica Fernandez, de Viajes y Eventos Musicales, una agencia especializada que comercializa entradas y paquetes de viaje. «Ha sido todo el año como una noria, había momentos de gran optimismo y otros en los que se veía todo negro, con el agravante de que no dependemos solamente de cómo va la pandemia en España, sino también de cómo va en Austria, donde ahora hay muchísimas infecciones. Muchos clientes han decidido por eso dejarlo para el año que viene», explica. Aun así, entre 30 y 40 de sus afortunados clientes siguen esperando pasar el fin de año en Viena y empezar 2022 escuchando los valses de Strauss en el Salón Dorado del Musikverein.
«Desde 2019 no hemos organizado nada y, aunque intentásemos organizar el viaje, en esta situación no reuniríamos gente suficiente. El año pasado todavía llamaron algunos socios preguntando, pero este año no ha llamado nadie», dice Alfonso Jordá, presidente de la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy. «Estamos hechos a la idea. Hemos organizado nuestro propio concierto de Año Nuevo, aunque tuvimos que celebrarlo en marzo», relata sobre los conmovedores esfuerzos de este grupo de aficionados, que cuenta con 400 socios, para preservar la música en tiempos de pandemia. «Somos una especie en extinción, pero no permitiremos que la pandemia nos dé la puntilla, porque aficionados seguirá habiendo», dice Jordá.