El exceso de muertes se elevó hasta 13.500 durante la pandemia
El Sistema Momo refleja un mayor impacto de mortalidad entre el último trimestre de 2020 y febrero de 2021 El Covid dejó 4.293 víctimas en el primer trimestre de 2021, y sólo el cáncer provocó más defunciones
El coronavirus se ha convertido en el principal culpable del exceso de muertes registradas en Andalucía en los dos últimos años, aunque no lo explica totalmente. Tiene lógica: desde su irrupción han fallecido en la comunidad autónoma casi 13.500 personas por encima de las estadísticamente esperadas mientras la Junta de Andalucía atribuye 11.460 muertes al Covid. Así lo refleja el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (Momo) del Centro Nacional de Epidemiología Instituto Carlos III situado en la capital de España
El sistema observa en Andalucía siete períodos de excesos de mortalidad comprendidos entre diciembre de 2019 y el mismo mes de 2021 que vienen a corresponderse, más o menos, con las sucesivas oleadas de contagios. Momo detectó uno de los principales incrementos significativos de la mortalidad ocurridos en España en coincidencia con la aparición de la pandemia.
Los periodos más crudos de mortalidad inesperada (un concepto estadístico para hablar de muertes imprevistas) se corresponden con la tercera ola de Covid, en el último trimestre del año 2020 y los meses de enero y febrero de este ejercicio, como puede apreciarse en el gráfico adjunto. En ambos casos, la proporción de muertes por encima de lo estadísticamente probable superó en ambos casos el 25%. La Junta de Andalucía atribuye al coronavirus 11.460 fallecimientos en la región. Por tanto hay un desfase con el exceso de muertes que señala el informe Momo. A pesar de la irrupción de la pandemia, el Covid no es la primera causa de muerte en Andalucía. En un periodo de tanta acumulación de casos mortales como el primer trimestre del presente 2021, el cáncer siguió siendo la primera causa de muerte entre los andaluces.
Pero el Covid no explica el total de las muertes en exceso en todo este tiempo. Complicaciones derivadas de la falta o el retraso de diagnósticos durante el periodo más duro del confinamiento y problemas de salud mental aparecen como causas probables de esta mortalidad excesiva.
El coronavirus puede ser también un acelerante del suicidio o del desapego a seguir luchando. La psicóloga Esther Pérez, especialista en trastornos de ansiedad, afirma que en el marco de una crisis sanitaria crece la incertidumbre: «Nos sentimos indefensos, inseguros, desprotegidos y perdemos nuestro centro de control. El confinamiento ha sido una olla a presión donde se han cocido muchas enfermeda
La pandemia que se declaró a principios de 2020 ha convertido al Covid en la segunda causa de muerte en Andalucía
La Junta de Andalucía atribuye al coronavirus un total de 11.460 muertes en la región, pero el sistema Momo no es tan concluyente
des mentales». Que han estallado «a la salida del confinamiento». Para frenar la escalada de suicidios es preciso, en opinión de esta experta, que se desarrolle un plan nacional de prevención de suicidios que unifique planes y protocolo de actuación en el conjunto de las comunidades.
Herramienta de vigilancia
El sistema Momo no es concluyente sobre las causas, pero constituye una herramienta de vigilancia en tiempo real capaz de identificar situaciones de riesgo potencial para la salud pública. Así se deduce de una reciente investigación del Centro Nacional de Epidemiología liderada por Inmaculada León. La autora principal del estudio admite que Momo es un sistema inespecífico que no permite establecer causalidad directa en el análisis del exceso de mortalidad, pero especifica que actúa como programa de alerta temprana y sirve para realizar estimaciones del impacto de diferentes eventos de la salud (coronavirus) en la mortalidad de la población.
La investigación confronta la excesiva mortalidad por todas las causas durante las tres primeras olas de la pandemia con las muertes confirmadas por coronavirus. Los resultados muestran que la primera ola causó un exceso de mortalidad inusual en España, lo que previsiblemente está relacionado de manera directa con el coronavirus.
El estudio establece asimismo que el grupo de edad con mayor impacto en términos de mortalidad fue de los mayores de 75 años, aunque también se observó una fuerte incidencia en el grupo de edad de 45 a 74 años. El Momo fue capaz también de proporcionar estimaciones de exceso de mortalidad por todas las causas por edad.
La pandemia ha convertido al coronavirus en la segunda causa de muerte en Andalucía. El Covid-19 entra a formar parte así del siniestro club de la C, junto al cáncer y las enfermedades del corazón. Lo avalan los números: durante el primer trimestre del año, acabó en la comunidad autónoma con la vida de 4.293 personas y es sospechoso de otros 53 fallecimientos provocados por un virus aún no identificado.
Por delante, tiene únicamente al cáncer: los tumores fueron la causa de 4.473 muertes en Andalucía desde enero a marzo. Y por detrás, las afecciones cardíacas. Una de ellas, el infarto agudo de miocardio, mató en ese período a 883 andaluces. Por otras enfermedades isquémicas del corazón fallecieron 782 personas. La insuficiencia cardíaca es la causa del fallecimiento de 966 personas, en tanto que por otras enfermedades del corazón murieron 1.191. En total, las patologías asociadas a la víscera madre provocaron 3.822 víctimas durante el primer trimestre de este año, según los datos del Instituto de Estadística de Andalucía.
Las enfermedades cerebrovasculares mataron a 1.408 personas del territorio andaluz entre enero y marzo de este año. Y el tumor maligno de la tráquea, de los bronquios y del pulmón a otras 877. Este tipo de cáncer no es paritario: mató a 690 hombres y a 284 mujeres. En sentido contrario, el alzhéimer mató a 491 mujeres y a 237 hombres. Las muertes por enfermedades del sistema digestivo ascendieron a 694, en tanto que la diabetes mellitus mató a 660 y los trastornos mentales a 610.
Accidentes de tráfico
En el capítulo de muertes evitables, en Andalucía se produjeron durante el primer trimestre del año 51 fallecimientos por accidentes de tráfico, 157 por caídas accidentales, 43 por envenenamiento por psicofármacos y abuso de drogas y 180 fallecimientos por suicidio y lesiones autoinfligidas, sobre los que no hay que descartar la relación con el Covid-19.