El ex-CEO del BBVA visó las facturas de Villarejo por orden de Francisco González
► Corrochano afirma que encargó investigar a Del Rivero y Sacyr por mandato «directo» del presidente
El que fuera consejero delegado del BBVA Ángel Cano y su antiguo responsable de Seguridad, Julio Corrochano, comparecieron ayer en la Audiencia Nacional investigados por los contratos que durante años la entidad mantuvo con empresas del comisario jubilado José Manuel Villarejo. Por primera vez, rompieron su silencio y se avinieron a contestar. Ambos acabaron salpicando al expresidente Francisco González como el origen de aquellas contrataciones, pero con matices.
El primero en pasar ante el juez fue Cano, quien contestó a la Fiscalía y a su propia defensa. Según explicó, cree que sometieron a su revisión los contratos con el grupo Cenyt, la empresa de Villarejo; y a su firma las facturas porque se trataba de un proveedor «no recurrente». Sin llegar a decir que aquello fuese algo excepcional, sí apuntó que tal vez firmó aquellos documentos por no tratarse de uno de los adjudicatarios habituales de contratos del banco. En todo caso, señaló que la documentación se la entregó Corrochano y le dijo que la contratación era una orden del presidente y que se había decantado por Cenyt tras una mala experiencia con otra empresa. Cano reconoció que no llegó a despachar sobre este asunto con Francisco González, pero no tenía ninguna razón para dudar de lo que decía Corrochano.
Y eso que en su opinión, el primer contrato, de 2004 y que resultó tener por objeto espiar al constructor Luis Del Rivero para frustrar su avance sobre el accionariado del BBVA, no era «un servicio de seguridad corporativa». Según argumentó, los pagos no se imputaron al área de Seguridad, aunque era Corrochano quien llevaba la interlocución con Villarejo, porque la primera factura llegó en diciembre de 2004 y él le dijo que si pagaba su departamento, perdería el bonus variable que concedía el banco por ajustarse al presupuesto de cada ejercicio.
Según el ex-CEO, como aquello no tenía nada que ver con seguridad corporativa, coincidía con Corrochano en que era injusto que perdiese el bonus. Fue así, conforme su declaración, como acabó imputando el gasto en una partida de la junta de accionistas, que no está afecta a esa gratificación.
Corrochano, por su parte, reconoció igualmente que aquel primer encargo no eran servicios de seguridad corporativa, reconoció que no se imputó el gasto a su departamento y aseguró que acometió la contratación por orden «directamente del presidente», según informaron a ABC en fuentes jurídicas. No obstante, no afirmó que Francisco González conociera a Cenyt ni supiera de Villarejo. El propio FG ya reconoció en octubre que dio la orden de contratar. La cuestión es que según el expresidente del banco, dejó en manos de Corrochano la elección de la empresa. Ayer, de acuerdo a las fuentes consultadas, el exjefe de Seguridad del BBVA no dijo lo contrario.
«Fiti» y Ausbanc
En otro orden de cosas, Corrochano reconoció que, como declaró el día antes el exjefe de la UDEF Manuel Vázquez, alias «Fiti», él entregó en aquella unidad la denuncia que desencadenó la operación Nelson contra Ausbanc y Luis Pineda. Según Vázquez, cuando llegó el texto, supuestamente anónimo –ya se ha acreditado que se redactó en el seno del BBVA–, a su mesa, encomendó el asunto al inspector Sánchez Aparicio, que tras unas comprobaciones previas, lo registró. Se dio fiabilidad a la denuncia por eso y porque era Corrochano, comisario en segunda actividad, quien la había entregado, tal y como declaró.