ABC (Andalucía)

ISMAEL CLEMENTE, EL MITO DEL MERCADO INMOBILIAR­IO QUE SE CRIÓ EN LA HUMILDAD

Nadie creía en el ladrillo cuando él lo revitalizó, y se hizo rico con Merlin por lealtad a su gente

- JOHN MÜLLER

Si en el mundo de la empresa existiera algo así como ‘los galácticos’, Ismael Clemente (Valencia de Mombuey, 1970) sería uno de ellos. No sólo es un líder con una visión estratégic­a contrastad­a y un excelente gestor, con una remuneraci­ón extraordin­aria (8,7 millones en 2019, aunque bajó a 4,52 millones en 2020 con la pandemia), sino que también es un mito. Por su origen, por su trayectori­a y por sus hechos. Hay muchas pruebas en YouTube y en las redes sociales del arrastre que tiene desde que diera la cara en ‘Salvados’ con Jordi Évole en 2013. Por eso, la noticia económica que ha cerrado 2021 ha sido el intento –de momento fallido– del Banco de Santander de descabalga­rlo de la obra de su vida, la inmobiliar­ia Merlin.

Hijo de una humilde pareja de maestros, Clemente se crió en su pueblo natal, en el sur de Badajoz, en la frontera con Portugal, hasta que fue enviado a realizar la secundaria en el internado de los jesuitas en Villafranc­a de los Barros. Sus padres le inculcaron el valor de la educación y él la utilizó como ascensor social en la España de la Transición. Salió del internado con una beca para la Pontificia de Comillas donde cursó el llamado Icade 3, que combina Derecho y Empresaria­les, y que era considerad­a la carrera más difícil del área por su énfasis en las matemática­s.

Pero no hay que olvidar que los jesuitas insisten mucho en que además de ser un buen profesiona­l hay que ser buena persona. Y esa es la base del mito de Clemente. Si la semana pasada 185 de los 220 empleados de Merlin firmaron una carta de apoyo a su consejero delegado titulada ‘No al feudalismo corporativ­o’, es porque Clemente les ha mostrado una lealtad a toda prueba. En diciembre de 2012, él era director general de Deutsche Bank y le exigieron que pusiera en marcha un plan de ajuste de plantilla que le pareció brutal. Prefirió marcharse él y su equipo más cercano, entre ellos su amigo Miguel Ollero, al que conoce desde la secundaria.

Entonces puso en marcha un pequeño emprendimi­ento, un fondo, Magic Real Estate, y uno de los principale­s clientes fue el mismo Deutsche Bank. Era tan valorada la capacidad de gestión de Clemente y su equipo que una serie de fondos le exigieron al banco que éste los siguiera gestionand­o o se iban con el dinero a otra parte. Ahí, el extremeño se dio cuenta del valor del ‘know how’ de su equipo. Magic fue el vehículo donde se incubó Merlin. De hecho, el nombre se lo puso un consultor que trabajaba para Magic y que, jugando con el concepto, adoptó el nombre del mago más famoso.

Cambio generacion­al

Clemente creía firmemente que, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliar­ia, el ladrillo recuperarí­a su valor. Esa fue su visión. En ese momento, una generación entera de promotores y constructo­res, precisamen­te los que habían dado forma a la España de los años 90, muchos sin educación formal, se estaba arruinando. Una nueva generación debía llegar a tomar el relevo, gente con conocimien­tos financiero­s, con matemática­s sofisticad­as, con conexiones internacio­nales. Y Clemente era uno de ellos.

Estaba el fondo, pero faltaba la forma jurídica. Y esta llegó en 2012 a través de la reforma de las sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliar­ia (Socimi). Creadas en 2009, no resultaron atractivas en su forma inicial. Pero el cambio legislativ­o las libró de pagar impuesto de sociedades y tienen bonificado­s al 95% el Impuesto sobre Transmisio­nes Patrimonia­les y Actos Jurídicos Documentad­os. Están obligadas a repartir el 80% de su beneficio.

«El negocio inmobiliar­io requiere poco capital inicial, pero es muy intensivo en conocimien­to. Por lo tanto, los momentos en que coincide la gente que tiene ese conocimien­to con el capital son muy restringid­os en el tiempo», declaró en una ocasión. «Una salida a bolsa como la de Merlin en 2014 ocurre una vez en diez o quince años».

Y la salida fue un éxito. Dieciocho meses después de su debut, la compañía entró en el Ibex 35. Actualment­e su capitaliza­ción bursátil ronda los 4.300 millones, por delante de su competidor­a, Colonial, y maneja activos por valor de 13.000 millones.

Batalla en el consejo

El estilo de gestión de Clemente, que suele privilegia­r la eficacia por encima del orden jerárquico, y la presencia en bolsa de Merlin, una decisión crítica que da forma a la empresa, parecen estar detrás de la batalla que ha planteado el presidente de Merlin, Javier García-Carranza Benjumea, vicepresid­ente ejecutivo del Santander y consejero dominical en nombre del banco que tiene un 22% de las acciones. En un episodio que se ha conocido sólo ahora, García-Carranza habría propuesto la posibilida­d de excluir de bolsa a Merlin y uno de los fundadores de la socimi y brazo derecho de Clemente, David Brush, habría exclamado «tú estás loco» o «perdiste la cabeza». Brush salió de la empresa después de esto, formalment­e por jubilación. La ventaja para el Santander radicaría en las comisiones que supondría la administra­ción de una cartera de activos de 13.000 millones.

Aunque el lunes 20 se había convocado una reunión del consejo para destituir al consejero delegado, la reacción en un mundo de los negocios que mayoritari­amente admira a Clemente –«necesitamo­s más gestores como él en España», dice un buen conocedor del sector– fue clave para que este siguiera en el cargo y las espadas han quedado en alto pese a que el consejero delegado se ha comprometi­do a un cambio en el sistema de gobernanza.

La empresa no es un remanso de paz. Los accionista­s, muy dispersos pero que se hacen oír a través de los ‘proxys’, suelen cuestionar dos cosas: el sueldo de Clemente y su equipo, que consideran digno de una estrella del fútbol, un ‘galáctico’, vamos. La otra que más cuestionan ha sido el nombramien­to de Javier García-Carranza.

Clemente como mito LA REACCIÓN DE UN MUNDO QUE LO ADMIRA FUE CLAVE PARA FRENAR AL SANTANDER

 ?? // ABC ?? Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin
// ABC Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain