El ‘Grinch’ de los demócratas
► Arruina la Navidad a sus correligionarios al oponerse al plan de gasto socioclimático de Biden
En cuanto los demócratas consiguieron recuperar el Senado en las elecciones del año pasado miraron de forma inmediata al menos demócrata de su bancada: Joe Manchin, senador por Virginia Occidental.
Controlaban la Casa Blanca y, con mayorías exiguas, las dos cámaras del Congreso. Pero su capacidad de controlar a alguien como Manchin era muy dudosa y el senador alto y de aspecto apacible no ha defraudado: como un ‘Grinch’ legislativo, ha arruinado la Navidad a los demócratas con su oposición al plan de gasto socioclimático de Joe Biden.
Para entender a Manchin, hay que saber de dónde vienen él y su dinero. Representa a Virginia Occidental, un estado de fuerte implantación republicana, dominado por cuencas mineras en crisis y que aparece en los últimos puestos de poder adquisitivo, educación o salud en EE.UU.
De todos los representantes políticos a nivel estatal –desde administradores locales como el gobernador o el fiscal general a los legisladores que van a Washington–, Manchin es el único demócrata. Su afiliación al partido no ha evitado ser un político de gran popularidad en el estado: fue su secretario de Estado entre 2001 y 2005, su gobernador entre 2005 y 2010 y uno de sus dos senadores desde 2010 hasta ahora.
La oposición de Manchin al plan de gasto tiene mucho que ver con las partidas dedicadas a transformación energética –unos 550.000 millones de dólares, un 25% del plan–, que en su opinión son demasiado ambiciosas.
Perjuicio al carbón
Buena parte de esos fondos van a subsidios a las renovables, lo que perjudica a la industria del carbón. Por lo tanto, en la visión de Manchin, a Virginia Occidental. Pero también a su propio bolsillo: el senador tiene empresas de gestión de carbón –administradas ahora por su hijo y sin que él pueda tener capacidad decisión– por las que ha ingresado millones de dólares en los últimos años. Y, además, es el legislador del Congreso que más donaciones ha recibido por parte de la industria de los combustibles fósiles.
Pero no todo se reduce a la transformación energética. Manchin apunta a ser piedra en el zapato en otros planes reformistas del ala izquierdista de los demócratas, como acabar con el ‘filibuster’ –la exigencia de mayoría reforzada en el Senado que imposibilita muchas propuestas de los demócratas–, la ampliación del Tribunal Supremo para diluir su mayoría conservadora o la aprobación de una nueva ley sobre derecho al voto para proteger el acceso frente a restricciones que buscan los republicanos.