El exministro Martín Villa: «La juez tuvo un clarísimo afán de alargar mi proceso»
▶ En una carta a la Corte argentina denunció el sinsentido de un genocidio en la Transición en España
El exministro Rodolfo Martín Villa denunció en un escrito remitido a la Corte argentina el pasado 2 de noviembre que la juez María Servini ha tenido «un clarísimo afán de alargar» el caso contra él y lo ha hecho asumiendo «sin más» la «disparatada versión» sobre la existencia de un genocidio en la España de la Transición que sostienen las organizaciones que se querellaron allí contra él y otros miembros de gobiernos de Adolfo Suárez.
El escrito, al que tuvo acceso ABC, fue enviado junto al recurso de apelación contra el auto de procesamiento dictado por Servini contra él por crímenes de lesa humanidad. El mismo que la Corte finalmente ha tumbado por la absoluta ausencia de indicios, directos e indirectos, de que hubiese un genocidio en los 70 y de que Martín Villa fuese uno de sus ejecutores.
El exministro, que lo fue de Relaciones Sindicales y, después, de Gobernación, escribía la misiva porque quería dejar por escrito todo aquello que hubiese alegado en caso de celebrarse vista oral. A lo largo de seis páginas, recorre «la dilación» en el caso, que le ha tenido «durante años en una situación de presunción de culpabilidad», que no de inocencia. Recuerda así que Servini tardó seis años en tomarle declaración desde que dictó orden de detención internacional contra él y pese a su ofrecimiento reiterado de comparecer, aun contando con el aval del Gobierno español, que se negó a extraditarle, y de los tribunales nacionales que rechazaron las peticiones de la instructora argentina por no ver fundamento. Siete años después, llegó el procesamiento por dos muertes a manos de policías en 1976 en Pamplona y en 1978 en Vitoria. Y el auto, además, dejaba la puerta abierta a más imputaciones en espera de «recabar información», lo que en su opinión pretendía ya «una dilación inconcebible».
«La dilación que se ha producido hasta ahora me ha mantenido durante años en una situación de presunción de culpabilidad en vez de presunción de inocencia. No es una apreciación subjetiva ni una anomalía que haya terminado. En el texto del procesamiento, el Juzgado emplea la expresión ‘presunción de culpabilidad para referirse a mi’», denunciaba el escrito.
En su opinión, durante las horas que prestó declaración ante la juez en septiembre de 2020 fue «oído pero no escuchado» porque «prácticamente nada» de lo que aportó verbalmente o por escrito acabó recogido en el auto de procesamiento. En él, sin embargo, se mantiene «inalterada» la «adhesión» de la juez Servini a la versión de los querellantes sobre la Historia de España –hasta copiar frases enteras en sus autos– «sin contrastar» ni los hechos ni los juicios de valor que vertían.
«No ha habido investigación judicial. No se han practicado pruebas. No se ha tomado declaración a personas que pudieran contradecir la versión de los querellantes», señalaba la carta al tribunal.
Martín Villa se muestra en el escrito especialmente dolido por el hecho de que Servini «no conceda ninguna credibilidad a los cuatro expresidentes del Gobierno de España vivos, dos del Partido Socialista y dos del Partido Popular» que le explicaron durante la instrucción que la Transición fue «lo opuesto» a un genocidio gracias, entre otros, a su papel en el Gobierno.
Insiste en aclarar al tribunal que «en la Transición española a la democracia es imposible, en contra de lo que afirma la querella, que la actuación de los gobiernos formase un plan sistemático, generalizado, deliberado y planificado de aterrorizar a los españoles partidarios de la forma representativa de gobierno», una «disparatada versión que ha sido aceptada sin más por la jueza para asumir, sin fundamento alguno, la competencia en el marco de la justicia internacional».
«Sin investigación judicial»
«Tengo la convicción de que tras una dilación desmesurada sin una verdadera investigación judicial y con una manifiesta parcialidad, se ha dictado un procesamiento injusto en lo personal. Y lo que es más importante, infundado, porque califica los hechos como delitos de lesa humanidad, cosa imposible en la Transición española que considero, y creo no estar solo en esta afirmación, el mayor éxito en pro de la reconciliación y la convivencia entre los españoles en nuestra reciente Historia», concluía la misiva. La respuesta, avanzada por este diario, tumba el procesamiento y reclama a la juez que si realmente hubo un genocidio en la Transición en España, lo pruebe de una vez. Entre otras cosas porque la misma Corte habilitó su investigación, pero si quiere procesar a alguien por aquellos hechos, no bastan «opiniones» sino «demostraciones».