Energía limpia, fiable y asequible para un futuro verde
El biometano y los biocombustibles son ya alternativas viables para reducir las emisiones contaminantes en sectores como la industria o el transporte pesado y aéreo
Aescasos días del final de este 2021, tan solo restan ocho años para la llegada de 2030, fecha crucial que compañías de muy diversos sectores se han fijado como frontera para el cumplimiento de sus objetivos medioambientales. Es precisamente esta década, la comprendida entre 2020 y 2030, la que muchos expertos sitúan como clave para lograr las metas de descarbonización establecidas por los Acuerdos de París, las únicas factibles para limitar el aumento de la temperatura global y evitar unas consecuencias irreversibles derivadas del cambio climático.
En esta línea, seis años después de la entrada en vigor de los Acuerdos de París y con la visión puesta en el ecuador del siglo XXI, más de un centenar de países han adquirido ya el compromiso de convertirse en neutros en carbono para el año 2050 o antes. Solo en el último año, más de un millar de compañías a nivel global se han fijado este mismo objetivo, avanzando muchas de ellas a un ritmo más elevado que el marcado por las propias legislaciones nacionales.
Consumo energético
En plena transición energética global, en el año 2020 el mundo entero vivió una situación inédita en muchos aspectos, con la irrupción de una pandemia, la del Covid-19, que impactó directamente en el consumo energético global. Éste experimentó una caída histórica de la demanda, que se contrajo un -4,5%, mientras que las emisiones de carbono derivadas del uso de la energía lo hicieron en un -6,3%; los mayores descensos desde la Segunda Guerra Mundial, según los datos del bp Statistical Review of World Energy 2021, el estudio de referencia con los principales datos de los mercados energéticos a nivel mundial.
Si bien estos datos dibujan un escenario alentador de cara al avance del sector hacia una creciente sostenibilidad, las caídas registradas tanto en la demanda de energía como las emisiones de carbono están estrechamente vinculadas a la excepcionalidad de la situación vivida durante el pasado año. No obstante, esa tasa de disminución es la que el mundo necesita promediar anualmente durante los próximos 30 años para mantenerse en la senda de los objetivos climáticos de París, que fijan la necesidad de reducir las emisiones un 7,6% cada año hasta el 2030 con el fin de limitar el calentamiento global a 1,5ºC. De hecho, si las emisiones de carbono se redujeran en la misma tasa promedio que el año pasado durante los próximos 30 años, las emisiones globales se reducirían en alrededor de un 85% para 2050.
BP ESTÁ AVANZANDO HACIA UN MODELO INTEGRADO DE TODO TIPO DE ENERGÍAS