Un oasis de biodiversidad en la ciudad de Madrid
Signus colabora en la protección del Entorno Meaques Retamares, un corredor ecológico con un valioso humedal
Atan solo siete kilómetros de la Puerta del Sol y a 500 metros del barrio de Campamento, hay un lugar único rebosante de biodiversidad donde sus 800 hectáreas dan cobijo a especies emblemáticas, algunas en peligro de extinción. Entre sus retamas crían zorros, meloncillos, ginetas, turones y aves como el águila imperial, el buitre negro, el búho real, el azor, el gavilán o el ratonero, surcan sus cielos, siendo además lugar de cría para el búho chico, el autillo o el mochuelo. Hablamos del Entorno Meaques Retamares, una zona sin urbaniza, en la capital, que constituye un valioso corredor ecológico que une la Casa de Campo con el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama. Junto a este oasis de biodiversidad, que ha servido de lugar de entrenamiento militar y que pertenece al Ministerio de Defensa, han crecido muchos de los vecinos de Campamento, como José Antonio Esteban, quien desde los cinco años conoce la riqueza de este espacio: «A pesar de su cercanía a la gran ciudad y de estar rodeado de infraestructuras, su fauna es impresionante y es una de las mejores representaciones de retamar de la Comunidad de Madrid», explica. Y para su protección, han constituido la Asociación Entorno Meaques Retamares, que lleva a cabo plantaciones para repoblar el espacio con sus originarias encinas, jornadas de anillamiento de recogida de residuos o de educación ambiental con colegios de la zona.
«Este entorno está surcado por los arroyos Meaques y Valchico, en cuyos márgenes crece un frondoso bosque de ribera. La unión de ambos frente a la Ciudad de la Imagen forma un interesante humedal de alto valor ecológico. A pesar de su importante biodiversidad sigue siendo un espacio verde desconocido para muchos», señala José Antonio Esteban. Estos vecinos realizan desde hace años reforestaciones de encinas, alcornoques, quejigos y coscojas en las que la ayuda de Signus, entidad que gestiona los neumáticos fuera de uso, está siendo decisiva.
«Los primeros años regábamos a mano y con garrafas que costeamos los voluntarios de la asociación y gracias a Signus contamos ahora con cubas con 14.000 litros de agua. Por ejemplo, durante este verano se han tenido que utilizar hasta seis, más de 80.000 litros. Además, también financia los protectores que necesitamos para mantener los nuevos árboles fuera del alcance de los conejos, y también hemos podido adquirir una ahoyadora y azadas. Esto ha supuesto un gran avance y hemos podido aumentar el ritmo de las plantaciones. Desde que comenzamos hemos plantado 10.000 árboles, aunque no todos sobreviven, la repoblación es importante», señala José Antonio.
Antes de la pandemia se llevaba a cabo el Trail Signus Meaques Valchico, cuya recaudación se destinaba a la reforestación que llevan a cabo los vecinos. «Esperamos poder retomarlo este próximo año y esperamos que pronto se pueda poner en marcha la posibilidad de que nosotros y otras empresas puedan contribuir a esta labor de reforestación y mantenimiento de este impresionante espacio en Madrid, a través de proyectos de compensación de su huella de
LOS VECINOS HAN CREADO UNA ASOCIACIÓN PARA PROTEGER ESTE SINGULAR ESPACIO
carbono»», explica Isabel Rivadulla, responsable de comunicación de Signus.
La amenaza del ladrillo
Los vecinos señalan que la principal amenaza que se cierne sobre este espacio es la posible construcción inmobiliaria: «El ladrillo es el problema más grave, proyectos como la operación Campamento, o los grandes complejos de ocio como el Eurovegas, pondrían en peligro la riqueza natural del lugar y la existencia del mismo. Tampoco debemos olvidarnos de la caza furtiva, los vertidos de escombros, el vandalismo de quienes nos roban los arbolitos plantados en las reforestaciones que realizamos, el paso de vehículos a motor o los botellones que después de la pandemia se producen y que ensucian este espacio».
Desde la Asociación Entorno Meaques Retamares se pide a las administraciones competentes una apuesta seria por la recuperación de la zona y José Antonio Esteban alaba proyectos como el Arco Verde o el Bosque Metropolitano, que dotarían de protección a la zona y acercarían a los ciudadanos su riqueza natural: «En este verano también desde Arco Verde nos han ayudado con los riegos y ha sido muy importante para nosotros también que nos consulten sobre las especies a repoblar. Lo importante es que entre todos logremos proteger un espacio único», sentencia Esteban.