Feliz, feliz en tu día
Mañana es el día de los inocentes, celébralo comprando un test de antígenos en la farmacia
Mañana será el día de los inocentes. Celébralo comprando un test de antígenos en la farmacia –si lo encuentras–, pagando cuatro veces más de lo que vale en Portugal. Sí Portugal, ese país que nos pareció más asustadizo que precavido cuando anunció en noviembre restricciones para fin de año. Ese país al que ya no ibas solo a comprar toallas porque te diste cuenta de su secreto y su sapiencia y al que vas a tener que ir ahora a comprar mascarillas o test, porque el Estado allí no aplica IVA a las desgracias.
Celebra que eres de los inocentes que se quedaron en casa, porque el «trancazo» que tienes, como llama el consejero de Salud a la sintomatología de este Covid exprés que dispara las estadísticas, podría ser contagioso. Celebra que estás de moda por ser contacto de un positivo. Celebra lo que no sabes, porque de poco hay certeza.
Si no encuentras a alguien que te haga una PCR por lo que vale una cena de Nochebuena en un hotel de lujo te jorobas por no ser futbolista o tertuliano de televisión. Si no, pues haber gastado medio sueldo en comprar cajitas de palitos del oráculo chino que te garantizan ir limpio al cotillón, aunque seas falso negativo. Un cotillón con la menor gente posible, como dice Aguirre. Doce uvas son multitud. Celebra las cabalgatas «sin aglomeraciones», y lleva tu certificado de inocente colgado a la espalda para entrar en los bares. Celebra el protocolo, los niveles de alerta y los comités territoriales y tómate la primera copa a tu salud, porque siempre serás el culpable de pillar el Covid o transmitirlo.
Celebra que tu médico se ha pedido hacer doble turno. Y, si no, asume con la inocencia de los conejos indianos que los centros de salud cierran por las tardes en Navidad para que tengas tiempo de ir a los centros comerciales. Celebra
mañana tu día mientras esperas que te llamen para hacerte la PCR, o mejor llamando tú al centro de salud para poner a prueba tu paciencia y tu móvil.
Celebra el día de los que se creyeron inmunes y no están, y el de los que siguen en coma inducido en las UCI por atender a un populismo que cobra bien caro gritar libertad. Y enciende una vela por los no vacunados de África, para que alumbre a la OMS y su empeño en demostrar que el mundo nunca será redondo. Celebra que estás vacunado y que llevas mascarilla, dentro y fuera, porque no eres tan inocente como para esperar a que un político te lo diga. Celebra ser optimista positivo o prudente negativo. Celebra ser uno más de la tribu de los que dicen que la pandemia durará años, de los que creen que siempre conviviremos con ella o de los que suponen que va de pasada... porque nadie sabe cómo llegó y se irá el bicho. Celebra mañana que estás vivo y que eres un inocente más en este loco mundo.
Celebra que estás vacunado y que llevas mascarilla, dentro y fuera, porque no eres tan inocente como para esperar a que un político te lo diga