El Congreso aprueba las cuentas de 2022 entre críticas al PP
Izquierda y derecha les reprochan el apoyo a la enmienda que retrasó el pleno final
El Congreso aprobó ayer los Presupuestos Generales de 2022 después de votarse los cambios incorporados por el Senado al proyecto de ley. Se trata de una enmienda de Compromís sobre la promoción de las lenguas minoritarias y regionales a las comunidades autónomas de Galicia, País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña, Valencia e Islas Baleares, por un importe de 1,6 millones de euros. El resultado fue: 281 votos a favor frente a 62 en contra y una abstención.
Estaba previsto que la ley de Presupuestos se hubiera aprobado hace una semana en el Senado, sin embargo, los cambios de Compromís no solo fueron apoyados por ERC, Junts y PNV. El Partido Popular lo respaldó, por lo que se truncaron los plazos del Gobierno. El diputado popular Mario Garcés lo justificó ayer en que el PP se sitúa en la «naturalidad» y en los márgenes constitucionales frente al «reduccionismo» de Vox y Cs y «la imposición» de independentistas y nacionalistas. Y también consideró «nefastos» los Presupuestos.
El líder del PP, Pablo Casado, valoró ayer que las negociaciones fueron «un zoco de prebendas y de chantajes de los socios radicales del Gobierno». Y dijo que los Presupuestos «nacen muertos y son un fraude masivo», así como «la puntilla para la recuperación de los españoles» porque «suben los impuestos» e «incrementan las trabas burocráticas».
Las cuentas entrarán en vigor el próximo 1 de enero. Son las segundas del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. Los socialistas no estaban de acuerdo con la enmienda de Compromís en un primer momento, pero al final la apoyaron. El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, cargó contra el proyecto del Gobierno. «Son una ruina», dijo. Y también se lanzó contra el PP con más aguijones. «Hoy debatimos aquí porque el PP se unió a ERC, PNV, Junts, Geroa Bai y hasta a Bildu, a lo mejor de cada casa, para ampliar la financiación de los chiringuitos lingüísticos; es grave», atizó. El diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz, también fue crítico con el líder de la oposición. No solo los acusó de «unirse» a los nacionalistas, sino que además sugirió que lo hace para «tender puentes con el PNV». Díaz le hizo una pregunta al líder del PP: «¿O igual es que ustedes con tal de fastidiar al PSOE votan lo que sea, incluso aunque eso sea dar más medios a los nacionalistas?, ¿esa es la estrategia de Génova; fastidiar a Sánchez aunque signifique fastidiar a los españoles?».
Gabriel Rufián (portavoz de ERC) fue mordaz, como acostumbra, contra el PP; los llamó «irresponsables» por retrasar la última votación. «Vaya papelón, ¿no? Ustedes no hacen política, hacen el troll», espetó; y añadía después: «Es una enorme contradicción que imiten a la ultraderecha y vayan en contra de la diversidad lingüística y, a su vez, voten esta enmienda».
Joan Baldoví (portavoz de Compromís) dijo que el apoyo a la enmienda fue un gesto de «gamberro garrulo» y «niño malcriado» del PP y que las lenguas no necesitan «políticos hipócritas» que «el resto del año encienden las hogueras de la intolerancia». PSOE, PP, Unidas Podemos, ERC, el PNV, EHBildu, Junts, PDECat, Más País, PRC, Teruel Existe, Foro Asturias, BNG y Compromís apoyaron las cuentas. Vox, Cs y UPN, en contra. La abstención es Coalición Canaria.