Putin ilegaliza la ONG que investiga los crímenes y desaparecidos del Gulag
Memorial queda proscrita después de que la Fiscalía la acusara de ser «una amenaza pública»
Tras mes y medio de deliberaciones, el Tribunal Supremo de Rusia decidió ayer ilegalizar Memorial, ONG cuya principal labor consiste en desenmascarar los crímenes del dictador comunista Iósif Stalin, lograr la rehabilitación de sus víctimas, rendirles homenaje e impedir que caigan en el olvido. Memorial ha documentado la brutal represión estalinista, las purgas, las ejecuciones sumarísimas y las reclusiones en los gulags, los terribles campos penitenciarios de los que era imposible huir. Con el tiempo incorporó a su actividad la asistencia a presos políticos y la defensa de los derechos humanos en general.
La jueza Alla Nazárova leyó la sentencia, según la cual todas las organizaciones vinculadas a Memorial quedan proscritas. La Fiscalía General, en palabras del fiscal Alexéi Yafiárov, aseguró en el juicio que Memorial, que con anterioridad ya había sido estigmatizada como «agente extranjero», «representa una amenaza pública, ya que especula en relación con la represión de naturaleza política (…) y crea una falsa imagen de la Unión Soviética como estado terrorista». Yafiárov fundamentó también la petición de disolución por «las constantes violaciones de la legislación sobre agentes extranjeros».
En el exterior del edificio del tribunal se congregó un nutrido grupo de activistas opositores que, tras conocer el fallo gritaron «¡oprobio, oprobio!». El abogado de la ONG, Henri Réznik, calificó la sentencia de «motivada políticamente». A su juicio, «el discurso de la Fiscalía nos ha recordado los juicios represivos de 1930», organizados contra los adversarios de Stalin.
Ola represiva del Kremlin
Y, en efecto, la prohibición de Memorial se enmarca en la ola represiva lanzada por el Kremlin contra sus críticos, intensificada en 2021 con la detención y encarcelamiento del líder opositor, Aléxei Navalni, además del desmantelamiento de su plataforma, la Fundación de Lucha contra la Corrupción.
Otra de las abogadas de Memorial, María Eismont, opinó que lo sucedido «es una decisión nefasta, injusta (...) devuelve a Rusia a su pasado y aumenta el peligro de más represión». Al mismo tiempo, en otra causa abierta en el Tribunal Municipal de Moscú, cuya vista está prevista para hoy, se acusa a Memorial de «apología del terrorismo y del extremismo» por velar por las condiciones de reclusión de los acusados de terrorismo, por lo general miembros de organizaciones radicales islámicas.
El pasado 11 de noviembre, la Fiscalía de Moscú presentó una demanda ante el Tribunal Municipal de la capital contra la sección de Derechos Humanos de Memorial y la Fiscalía General contra la organización en conjunto, que agrupa 50 entidades y recibe financiación internacional, por violar presuntamente la Ley de Agente Extranjero de forma «sistemática y repetida».
Memorial, catalogada como «agente extranjero» desde 2016 y, por tanto, obligada a presentarse como tal en sus publicaciones y eventos, niega incumplir la ley y subraya que velar por un trato humano en la cárcel, incluso a terroristas, no significa estar de acuerdo con sus actividades.
Memorial surgió en 1988 de la mano de disidentes soviéticos, entre ellos el premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov, con el fin de investigar los crímenes de la época de Stalin. Pero más adelante, sobre todo tras llegar al poder Vladi
mir Putin, extendió sus pesquisas a otros ámbitos, como las atrocidades en Chechenia o Ucrania. La responsable de Memorial en Chechenia, Natalia Estemírova, fue secuestrada y asesinada de un tiro en la cabeza en 2009. Aún no se ha esclarecido el crimen.
El clamor en apoyo de Memorial es general. Han mostrado su solidaridad la ONU, la UE, Amnistía Internacional y los premios Nobel Mijaíl Gorbachov y Dmitri Murátov. A juicio del diputado de la Asamblea de San Petersburgo Boris Vishnevski, «los herederos de los verdugos de Stalin quieren destruir una de las principales organizaciones de derechos humanos de Rusia porque impide que sus crímenes se olviden».