Philippe de Gaulle El centenario más famoso de Francia
► Heredero de la leyenda de un apellido ligado a la liberación de Francia de los nazis, el hijo de De Gaulle publica sus ‘Memorias’. Son un balance íntimo, político y cultural de la historia nacional entre dos siglos
En la pomada Philippe de Gaulle, hoy alejado de los mentideros políticos, es íntimo de sucesivos presidentes
Philippe de Gaulle (París, 28 diciembre 1921) es el hombre centenario más famoso de Francia, tiene el apellido francés más legendario de nuestro tiempo y publica sus ‘Memorias’, un documento excepcional llamado a convertirse en canon político durante la campaña de las elecciones presidenciales del mes de abril.
Charles de Gaulle (1890-1970) es, con Luis XIV y Napoleón, uno de los grandes héroes nacionales de Francia. Héroe de la resistencia armada contra Hitler, fundador de la V República, es la figura mítica de la salvación de la patria, su reconstrucción y reinstalación en la nueva geografía de la influencia mundial.
De Gaulle y su esposa Yvonne (1900-1979) tuvieron tres hijos, Élisabeth (1925-2013), Anne (1928-1948), fallecida muy prematuramente; y Philippe de Gaulle, el heredero de la leyenda paterna. Soldado, participó en la resistencia armada contra las tropas de ocupación alemanas, cuando el Gobierno de Philippe Pétain colaboraba con la detención y expulsión de los judíos condenados a ser exterminados en los campos de concentración de Hitler.
Un referente político
Décadas más tarde, Philippe de Gaulle es hoy en día el centenario más popular de Francia. Sus ‘Memorias’ son un balance íntimo, político y cultural de la historia nacional, entre dos siglos que han cambiado muchas cosas esenciales.
Como militar, almirante, tras una carrera feliz, Philippe de Gaulle conoció la Francia hundida tras la Ocupación. Y su conversión en tercera o cuarta potencia atómica mundial, con submarinos nucleares patrullando por varios océanos. Esa historia, contada por un De Gaulle, tiene mucho de documento importante. Como político, fue militante y senador de los sucesivos partidos conservadores que se reclamaron de la herencia de su padre, íntimo entre los íntimos de sucesivos presidentes, de Jacques Chirac a Nicolas Sarkozy. En ese terreno, sus recuerdos ayudarán a comprender las metamorfosis del conservadurismo francés.
Como ciudadano, Philippe de Gaulle también ha sido un testigo privilegiado, instalado en posiciones privilegiadas. Y por eso ha decidido publicar sus recuerdos en un momento de dudas e incertidumbres, tanto nacionales como europeas.
En la memoria colectiva, el apellido De Gaulle está asociado para siempre a la liberación de Francia de la ocupación nazi, el rescate de la soberanía nacional, la restauración del orgullo patrio. Entre la clase política, la figura del general es una referencia canónica. A su manera, Philippe de Gaulle ha decidido celebrar el centenario de su nacimiento con un penúltimo homenaje a su padre.
Homenaje íntimo, sin duda; pero homenaje cívico, cultural, político, para intentar salvar la memoria de su padre del expolio y pillaje de unos y otros, utilizando la figura legendaria con fines bajamente políticos, incluso electorales.
Philippe de Gaulle vive alejado de los mundillos políticos parisinos, que frecuentó durante toda su vida. Pero, como su padre, conoce la importancia esencial de la palabra pública. Cuando muchos franceses viven una cierta angustia existencial, temiendo el declive y decadencia de Francia, otro De Gaulle toma la palabra para proclamar la ilusión, la esperanza y la fe en la patria común, amenazada y resistente, siempre.