Casado carga contra el «falso triunfalismo» de Sánchez y tacha de «nefasta» su gestión
∑«La situación en España es muy mala por culpa de este Gobierno, pero hay alternativa», advierte el líder del PP ∑Abascal responde al presidente por Twitter y Arrimadas rehúye la autocrítica tras perder tres gobiernos
La cara y la cruz, el blanco y el negro. Del ‘España va muy bien’ a ‘la situación de España es muy mala’ en apenas unos minutos. Pedro Sánchez y Pablo Casado comparecieron ante la prensa para hacer balance del año, apenas con unos minutos de diferencia, y pudo constatarse que la diferencia que los separa es abismal, casi como el tiempo que llevan sin reunirse el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición, a pesar de la crisis económica y sanitaria: 15 meses. Sin hablar por teléfono ‘solo’ son siete.
Casado acaba 2021 con el PP primero en la mayoría de las encuestas, y con la esperanza puesta en Castilla y León y Andalucía para que las elecciones del próximo año en esas dos regiones permitan aumentar su ventaja sobre el PSOE. En Génova, pues, se respira optimismo por «un cambio que es imparable», como reiteró ayer el líder del PP, en su comparecencia ante los medios, y que pondrá fin a la «nefasta» gestión del Gobierno «más radical de la historia» de la democracia.
Casado emplea tres términos para descalificar la gestión de Sánchez. Se han convertido en su ‘mantra’ para echar por los suelos de forma resumida y rápida el «falso triunfalismo» del presidente del Gobierno: «Arrogancia, incompetencia y mentiras». En el PP creen que en la opinión pública ha calado con fuerza que Sánchez «miente», y por ahí atacará hasta el día de las elecciones con insistencia. De hecho, los populares tienen previsto cerrar el año, mañana, con una campaña en las calles para denunciar la «gran mentira» de Sánchez con el precio de la luz y subrayar que su compromiso, según el cual este año acabaría con una tarifa semejante a la de 2018, se ha incumplido de forma flagrante.
La sexta ola de la pandemia llevó a Casado a presidir el Comité Ejecutivo Nacional del PP de forma telemática, como en los peores momentos de la crisis sanitaria, lo que evitó tiranteces presenciales después de meses de peleas internas en Madrid. En Génova solo estuvieron los miembros del Comité de Dirección, excepto el secretario general, Teodoro García Egea, y el portavoz nacional, José Luis MartínezAlmeida, ambos confinados al ser positivos en Covid. De forma excepcional acudió el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, al que los populares quieren dar todo el protagonismo en las próximas semanas ante las elecciones regionales del 13 de febrero. El resto de barones se conectaron de forma telemática, menos Alberto Núñez Feijóo, que se excusó al tener Consejo de Gobierno. Tampoco pudo ‘entrar’ en la reunión la presidenta del PP balear, Marga Prohens.
La reforma laboral
En su balance, Casado marcó un hito en los últimos doce meses: la convención nacional del PP en Valencia. Fue ahí, subrayó, donde los populares expusieron a los españoles su alternativa y su programa de gobierno, listo para aplicarse en cuanto ganen las elecciones. Se basa en tres ejes de reformas: un plan de reforzamiento institucional, otro centrado en el crecimiento económico y la creación de empleo, y un tercero sobre bienestar social, que tiene entre sus puntos fuertes la ley de maternidad y la ley de pandemias. «Hay un mal Gobierno, pero con una alternativa firme y responsable, que representa el centro-derecha reformista y lidera las encuestas», advirtió el presidente del PP.
Tanto en su intervención a puerta cerrada como ante la prensa Casado aprovechó para justificar el rechazo del PP a la nueva reforma laboral, porque se aleja de la flexibilidad que necesitan las empresas. Explicó que Sánchez debía cumplir su acuerdo con Podemos: «¿Y qué pinta el PP ahí?», se preguntó, para defender su ‘no’ tajante a la reforma. Frente a las discrepancias del PP con la patronal, defendió que su partido actúa de forma autónoma y respeta lo que hagan las organizaciones empresariales, a las que nunca, dijo, ha dado ninguna indicación. Casado confirmó que el PP llevará al Tribunal Constitucional la reforma laboral aprobada mediante decreto ley si el Gobierno no permite que se tramite como proyecto para poder introducir enmiendas. A su juicio, la ‘urgencia’ del decreto no existe.
Frente a la larga comparecencia de Casado, el líder de Vox, Santiago Abascal, respondió a la valoración de Sánchez con un tuit en el que acusó al presidente de pronunciar «palabras vacías» para tapar «la gestión más liberticida y ruinosa de Europa». Abascal reprochó al jefe del Ejecutivo que
no ofrezca «soluciones» a los españoles y dijo que ni sus asesores ni su puesta en escena podrán camuflarlo.
Quien sí hizo su propio balance fue la presidenta de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, desde su natal Jerez de la Frontera (Cádiz). En un año fatídico para su partido, en el que ha perdido tres de los cuatro gobiernos autonómicos que compartía con el PP, la autocrítica fue inexistente.
Preguntada específicamente sobre si asumía algún fallo o achacaba a la «herencia recibida» de Albert Rivera todos los males de Cs, Arrimadas se limitó a contestar que se van a sobreponer «a todas las dificultades», incluidos «errores ajenos y propios». A partir de ahí, balones fuera y culpas al PP, a quien acusó de haber sido desleal con Cs en todas las comunidades donde pactaron salvo en Andalucía, donde aún gobiernan.
En el plano nacional, Arrimadas cargó duramente contra Sánchez y comparó «el ejemplo» que han dado los españoles en el segundo año de la pandemia de coronavirus con «la vergüenza» de gestión de su Gobierno. La líder de Cs pasó revista a sus ‘hitos’, como los indultos a los sediciosos del ‘procés’, el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco y el traspaso de la competencia de prisiones a los nacionalistas, el rescate de Plus Ultra y el reparto «sin control» de los fondos europeos.
Casado: «El ciclo de cambio es imparable, hay un mal Gobierno con una alternativa firme»
Abascal: «Solo palabras vacías para tapar la gestión más liberticida y ruinosa de toda Europa»
Arrimadas: «Mientras los españoles han dado ejemplo, nuestro Gobierno ha dado vergüenza»