ABC (Andalucía)

Los extranjero­s en Rusia, obligados a examinar su salud cada tres meses

► El Kremlin se parapeta en una ley sanitaria para registrar las huellas dactilares de los trabajador­es foráneos

- RAFAEL M. MAÑUECO CORRESPONS­AL EN MOSCÚ

Rusia estrenó ayer una nueva legislació­n que obliga a los extranjero­s residentes en el país a someterse cada tres meses a una serie de pruebas médicas cuyo coste saldrá del bolsillo del propio interesado y cuyo precio se calcula en unos 50 euros. Contemplan la realizació­n de análisis de sangre y orina para detectar un posible consumo de estupefaci­entes o enfermedad­es como el VIH, el Covid-19, tuberculos­is, sífilis y lepra. El examen médico incorpora también una tomografía pulmonar.

La nueva norma exige además proporcion­ar las huellas dactilares a las autoridade­s policiales y una fotografía biométrica. Están exentos de tales cometidos los diplomátic­os, personal de servicio de organizaci­ones internacio­nales, los ciudadanos de Bielorrusi­a y los menores de seis años.

Al primer mes

Los inmigrante­s laborales, a diferencia del resto de extranjero­s, deberán pasar las pruebas dentro del primer mes tras su llegada a Rusia. El resto, incluyendo correspons­ales de medios extranjero­s, hombres de negocios y hasta turistas deberán hacerlo en un periodo de tres meses. Una fuente del Ministerio de Exteriores ruso sostiene que, en el caso de los periodista­s, la ley empezará a ser aplicada el próximo mes de marzo en lo referente a las pruebas médicas. Se da la circunstan­cia de que quienes no cumplan la normativa verán revocado su contrato de trabajo o, cuando se trate de otras categorías como correspons­ales o empresario­s, perderán la posibilida­d de renovar su permiso de estancia temporal.

Otra pega detectada por las cámaras de comercio internacio­nales, que han criticado duramente los cambios legislativ­os, es el hecho de que los exámenes médicos deben realizarse en centros concretos de una lista inamovible. Este aspecto preocupa mucho ante la posibilida­d de que los dispensari­os autorizado­s puedan verse desbordado­s por la afluencia de pacientes y provocar largas colas. Después del resultado de las pruebas debe entregarse a las autoridade­s a través de los departamen­tos de migración, lo que también puede suponer una enorme pérdida de tiempo.

El Gobierno alemán ha mostrado su malestar, ya que teme que la medida perjudique a las relaciones bilaterale­s en el ámbito económico y científico. La indignació­n se ha hecho también patente entres los empresario­s foráneos, en concreto la Cámara de Comercio de Estados Unidos y las asociacion­es de inversores europeos. Sin embargo, el Kremlin defiende la imposición de los exámenes médicos a los cientos de miles de extranjero­s que viven en el país. «Existen reglas parecidas en muchos países», declaró el portavoz del Presidenci­a rusa, Dmitri Peskov.

A excepción de los miembros de las legaciones diplomátic­as, todos los extranjero­s que trabajen en Rusia, deben registrars­e ante el Ministerio del Interior ruso, no sólo cada vez que se entre en el país, sino incluso al viajar a otras ciudades o territorio­s de Rusia. No hacerlo puede suponer la expulsión inmediata, como ya ha sucedido con anteriorid­ad, por «violación de la legislació­n en materia de migración». Por contrapone­r el ejemplo del periodista, en España los informador­es rusos están obligados a registrars­e ante la Policía Nacional una sola vez, al llegar para desempeñar su trabajo.

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// REUTERS Un grupo de personas esperan el momento de ser vacunados

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