«En los últimos años todas las previsiones han sido erróneas»
Martjin ten Brink lleva seis meses al frente de Mazda Motor Europe todos ellos «muy exigentes, excitantes y entretenidos» en gran medida por culpa de la situación que trae de cabeza a todo el sector: la crisis de los semiconductores. Pero no es el único motivo: «La electrificación, la disrupción en las cadenas de suministro... es una tormenta perfecta», explicó el directivo en un reciente encuentro con medios de comunicación. «No son solo los chips: faltan plazas en los contenedores de transporte, o incluso los propios contenedores».
Pese a todo, avanza que Mazda está en camino de cumplir sus objetivos para el año fiscal en Europa, con un resultado operativo de 65.000 millones de euros, unos 496,2 millones de euros; y unas ventas de 3.200 millones de yenes, unos 24.400 millones de euros, al final de su año fiscal, en marzo de 2022.
Según el directivo, las empresas japonesas han podido afrontar la situación mejor gracias a las lecciones aprendidas tras el maremoto de 2011 y el posterior accidente nuclear en Fukushima. «Aprendimos a diversificar proveedores y a tener mayores ‘stocks’ de suministros», ejemplifica. También extrae otra lección de la actual crisis: «La comunicación con los concesionarios y con los clientes es fundamental».
Un ejemplo: «Tenemos plazos de espera de entre cuatro y seis meses si se quiere un coche muy personalizado, pero para los clientes no está siendo un gran problema y a la red le permite planificar».
Para el año que viene admite la enorme dificultad de realizar previsiones y, en cualquier caso, dependerán de la disponibilidad de coches. Y un recordatorio: «En los últimos años, todas las previsiones sobre el mercado han acabado siendo erróneas».
Lo que sí afirma es que veremos un incremento en la cuota de mercado de los vehículos híbridos y eléctricos en Europa, y especialmente en España, de vehículos híbridos y enchufables. Ahí encajan los próximos lanzamientos de la marca, como el Mazda2 Hybrid, y los SUV CX60 y CX-80, que llegarán a mediados del año que viene. Lo que descarta es, por ahora, poner una fecha para que Mazda abandone el motor de combustión, como han hecho otros fabricantes: «Como fabricantes, seríamos capaces, no sé si en 2028, o 2031. Pero hace falta legislación, incentivos... y al final el cliente es siempre el que elige».