«Es un orgullo que nos eligieran tras dos años tan duros»
Júbilo en la taberna Granados de Granada, que cumple este 2022 cien años desde su apertura, por ser el escenario elegido por el presidente de la Junta para su discurso final de este incierto 2021
La crisis de la Covid-19 convirtió el 2021 en un año atípico. Las restricciones para evitar el colapso sanitario hicieron mella en sector hostelero hasta el punto de cerrar persianas, dejar tiritando los ahorros de miles de autónomos y a otros tantos trabajadores en una incertidumbre constante. La histórica taberna Granados, ubicada en pleno centro de Granada, no escapó de ese mal momento.
De ahí que resultara casi de justicia poética que el lugar elegido por el presidente de la Junta de Andalucía para dar su discurso de Año Nuevo fuese este bar centenario. Un símbolo, la taberna, y una provincia, Granada, la provincia que primero y más restricciones sufrió en los convulsos meses previos a la vacuna.
Cuenta Alejandro Castro, granadino y actual dueño del local, que cuando llamaron desde el equipo de Juanma Moreno para ponerles en sobreaviso de que estaban en la terna, no se lo creían. «Pensamos que era una inocentada», comenta. En pleno día 28 de diciembre, y con tan poca antelación, la encargada de barra no le daba crédito al asunto.
El negocio que llevan a las espaldas desde hace cinco años está cuidado con mimo. El lugar resulta un ‘atrezzo’ perfecto, casi de película, para una grabación de esta índole. «Les encantó el local y la decoración cuando vinieron a visitarlo. Hemos echado mucho tiempo durante el cierre en invertir en que todo esté así de bonito y que pase esto ahora es un puntazo. Un orgullo que nos eligieran después de dos años tan duros», señala Alejandro.
La historia de la taberna tiene miga. Antes de que la familia Castro se hiciera con ella, perteneció a Luis Granados, de ahí el nombre. La familia Granados abrió el negocio como alpargatería en 1922 y poco a poco la pequeña barra improvisada fue ganando metros al negocio inicial. En 2013 fue traspasado por un breve periodo a otros hosteleros con un paso algo infructuoso, hasta que Javier y su tío se quedaron con él. «Él era muy amigo de Luis y recuperamos un poco la esencia de lo que era», comenta orgulloso. La recuperación del vino ‘mejorana’, de elaboración propia e icónico entre los entendidos en la capital granadina, da buena fe de ello. «Somos una taberna de barrio, pero intentamos cuidar todo al detalle».
Se trata de un negocio familiar que vive, como los buenos bares, del boca a boca. Su madre, Gracia, y su hermano Álvaro llevan un lugar plenamente reconocible. Incluso por el propio presidente, aunque apenas pasase unas horas allí. «Nos nombra en el vídeo y todo», apunta Alejandro con una sonrisa bajo la mascarilla.