Vox acelera en 2022 para entrar en gobiernos por primera vez
∑Aupado en las encuestas, afronta como prueba de fuego las elecciones en Castilla y León y Andalucía ∑Mantiene su estrategia judicial tras los recursos exitosos contra los estados de alarma y el ‘cerrojazo’ del Congreso
Gobernar: verbo que Vox quiere conjugar en primera persona en 2022. Esa definición extraacadémica es el mejor resumen de las aspiraciones del partido de Santiago Abascal para el año nuevo. Con las elecciones autonómicas de Castilla y León y de Andalucía, a la formación derechista se le abren dos ventanas para conseguirlo. Tres años después de su irrupción en las instituciones, precisamente en el Parlamento andaluz en diciembre del 2018, el partido se ve con la madurez suficiente para subir un escalón más y tomar responsabilidades de gestión.
La primera prueba de fuego para los de Abascal llegará el 13 de febrero, como consecuencia del adelanto electoral convocado por el popular Alfonso Fernández Mañueco. El PP pretende aglutinar la mayoría de votos del centro-derecha en torno a su marca, como pasó el año pasado con Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, pero Vox no se resigna a ejercer de actor secundario y quiere lograr una posición de fuerza que le permita ganarse en las urnas ser parte del próximo gobierno de la Junta castellano y leonesa.
Lo mismo sucede en Andalucía, aunque en esta comunidad aún no se sabe la fecha de las elecciones. Si no hay un giro de guion, los comicios se celebrarán entre junio y octubre, como ha dicho en varias ocasiones el presidente regional, el popular Juanma Moreno. Allí, a diferencia de en Castilla y León, todavía se mantiene el Gobierno de coalición entre el PP y Ciudadanos (Cs), pero las elecciones podrían anticiparse también si a los populares les va bien el 13-F y Moreno imita a su homólogo Fernández Mañueco.
Vox lleva meses exigiendo en Andalucía un adelanto electoral argumentando que Cs no es un socio fiable, a raíz de la moción de censura que presentaron los de Inés Arrimadas junto al PSOE en la Región de Murcia, donde hasta ese momento el PP y Cs también compartían ejecutivo. Los de Abascal, en 2018, se conformaron con respaldar externamente la investidura de Moreno sin arrancar cesiones programáticas por la amenaza de que la izquierda se impusiese en una repetición electoral y el PSOE mantuviese su ‘monocolor’ en la Junta.
La incógnita del candidato
Fue un respaldo al mal menor, visto desde la perspectiva de Vox, que no impidió a la formación conservadora el pasado noviembre cortocircuitar los presupuestos autonómicos a las primeras de cambio. Las enmiendas a la totalidad de PSOE, Podemos y Vox prosperaron y devolvieron las cuentas a la coalición de PP y Cs. Sonaron entonces campanas de adelanto electoral, pero el tándem entre Moreno y Juan Marín (Cs) optó por gobernar el primer semestre del año con los presupuestos prorrogados.
En los dos territorios, Vox sigue sin desvelar quién será su candidato. La
El último barómetro de GAD3 para ABC sitúa a Vox en 56 escaños y por encima del 17 por ciento en intención de voto
Su relación con el PP es complicada desde la moción de censura contra Sánchez y el bronco choque entre Casado y Abascal
formación ha tenido problemas para consolidar liderazgos fuertes fuera de Madrid, pero hay una diferencia entre Castilla y León y Andalucía. Mientras en la primera región el cabeza de lista de Vox sigue siendo una incógnita, en la segunda todas las miradas se dirigen a la secretaria general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso, Macarena Olona. Diputada por Granada, estos primeros días del año se ha volcado en Andalucía, con su presencia en la conmemoración de la toma de Granada el domingo y una rueda de prensa en Málaga el lunes.
La voluntad de Vox de entrar en los gobiernos entra en colisión, no obstante, con la complicada relación que mantiene con el PP en estos momentos. Primero, porque en el partido sentó muy mal el «ataque personal» de Pablo Casado a Abascal durante la fallida moción de censura que defendió el líder de Vox contra Pedro Sánchez en 2020. Y segundo, porque ambos comparten una parte del caladero electoral y eso siempre genera tiranteces.
Vox ha apoyado los presupuestos de la Comunidad de Madrid, pero no los del Ayuntamiento de la capital, donde José Luis Martínez-Almeida (PP) y Begoña Villacís (Cs) han aprobado las cuentas gracias a excarmenistas. El secretario general del partido y portavoz en el consistorio madrileño, Javier Ortega Smith, cargó ayer con contundencia contra el alcalde por «trai
cionar» a sus votantes por «un plato de lentejas». Y este no es sino el último de los choques entre ambos partidos, favorecido, sin duda, por su competencia electoral. En el último barómetro de GAD3 para ABC, Vox supera la barrera del 17 por ciento en intención de voto y logra el que sería su mejor resultado en escaños hasta hoy: 56.
Recursos ante la Justicia
Lo que no cambiará en 2022, como dijeron a finales del año pasado tanto el portavoz político del partido, Jorge Buxadé, como Olona, es el envite de Vox en los tribunales, donde recurre con asiduidad todo lo que está en su mano. Solo ante el Tribunal Constitucional, Vox ha presentado ya veintiocho recursos en lo que va de legislatura. Aunque los hay que no prosperan, el año pasado el partido cosechó grandes victorias políticas al estimar el órgano de garantías sus recursos contra los dos estados de alarma nacionales impuestos por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, y también contra el ‘cerrojazo’ del Congreso decretado por la socialista Meritxell Batet cuando explotó el coronavirus en España. Precisamente, a raíz de la imposición del certificado de vacunación contra el Covid-19, Vox ha ido registrando una oleada de recursos en los tribunales correspondientes. Y así seguirá.