Garzón, con el rabo mata moscas
Lo que le pasa al jefe de ‘Izquierda Hundida’ en el Gobierno es que no tiene absolutamente nada que hacer, y cuando el demonio se aburre...
E Lrepresentante de ‘Izquierda Hundida’ en el Gobierno Frankenstein –a saber, Alberto Garzón– ha querido imponer su férreo criterio ante los correosos esquiroles de Nancy Neocon y La Patrulla Canina Liberal, que se han negado a secundar la huelga de juguetes del ministro ídem. «¡Se van a enterar de quién soy yo!», habrá pensado el estadista Garzón y se ha ido a ‘The Guardian’ para denunciar el intolerable maltrato animal que se dispensa en España y la mala calidad de nuestras carnes exportadas, precisamente en uno de los principales países importadores en Europa de nuestra industria. «¡Ahí queda eso!», habrá dicho después. Pues menudo es él, titular de Consumo y escandaleras sin fronteras. El caso es que ahora todo el mundo sabrá que hay un ministerio y un ministro de la cuestión. Peor para él. Aunque las consecuencias las sufrimos el resto de españoles.
Lo que le pasa a Garzón, básicamente, es que no tiene absolutamente nada que hacer y ya se sabe que cuando el demonio se aburre... con el rabo mata moscas. Y mientras el señorito está de vacacaciones, sin actividad alguna durante el mes de enero –como el resto de sus compañeros de Ejecutivo, claro–, los españoles arrancamos nuevo año manteniendo ministerios sin contenido como el suyo, repletitos de asesores externos, funcionarios y empleados públicos a los que pagamos con nuestros impuestos, en un mes considerado como ‘cuesta’, en el que además nos suben Sociedades, cuotas de autónomos, tasas de matriculación, peajes, carburantes, la luz, planes de pensiones... ¡Y ni media cartera ministerial ni adyacentes y/o adláteres han desaparecido del mapa para paliarlo oigan! Claro, nos explicarán, son puestos de trabajo también y hay que crear y mantener el empleo, de hecho certificado por las últimas cifras de paro del conjunto de 2021. Y se preguntarán ustedes, ¿qué hay de malo en disparar el empleo público? Nada, solo que se dispara el gasto en medio del mayor déficit estructural de la Unión Europea, que pagamos con deuda –¡y vuelta con el endeudamiento eterno y para las generaciones posteriores como si tal cosa! ya vendrán más vacas flacas, ya– y que supone más impuestos venideros. La pescadilla que se muerde la cola infinita.
¿Y Sánchez, qué? Pues... depende de Garzón y no crean que es mejor que él. Ese es el problema de un Gobierno siempre entre Málaga y Malagón. Garzón ha dicho lo que Sánchez piensa. Ahora se desautorizarán unos a otros con la boca pequeña y a río revuelto ganancia de pescadores. Uno y otro se han pedido, quién sabe si a los Reyes Magos, que les pongan donde ‘haiga’. El carbón queda para los demás, con permiso de la híper sostenible ministra Ribera. A mí, por tercer año consecutivo, no me han traído todo lo que he pedido. Por ejemplo, que desaparezca este Gobierno ¡ya! Me habré portado mal.