«El periodismo es una manera de vivir, algo casi genético»
«En ABC publiqué mis primeras exclusivas, como la operación a vida o muerte de Franco en El Pardo»
Pedro J. Ramírez (Logroño, 1952) cuenta en ‘Palabra de Director’, Planeta, su carrera como periodista, que comenzó en ABC antes de convertirse en el director de periódico más joven de España en 1980, cuando con apenas veintiocho años llegó al extinto ‘Diario 16’. Desde entonces no ha abandonado el puesto de mando, que luego ejerció en ‘El Mundo’ y ahora en ‘El Español’, medios de los que además es fundador.
Pero fue en este periódico, bajo la dirección primero de José Luis Cebrián Boné y luego de Guillermo Luca de Tena, donde se fraguó su figura pública, en la vieja casa de ABC de la calle Serrano de Madrid, hoy reconvertida en centro comercial pero con algunos vestigios, como rememora ‘in situ’.
—La carrera del director más longevo de España no se entiende sin ABC.
—Sí. Cebrián Boné me enseñó a titular, el concepto de edición, el sentido explicativo del periodismo. Tenía un don innato del marketing periodístico.
Guillermo fue la primera persona que me hizo ver la trascendencia que tenía el acceso de los periodistas a las figuras clave de la actualidad. Cada vez que yo tenía un encuentro con dirigentes políticos, como cuando Suárez me invitaba a almorzar a solas; o incluso con el Rey Juan Carlos en La Zarzuela, en una ocasión que me citó Sabino [Fernández Campo]. En todas esas ocasiones me decía: «No sabe usted lo importante que es esto que me cuenta».
—Uno de sus referentes es Ben Bradlee, director del ‘Washington Post’. Su relación con Kennedy, ¿no ejemplifica también los peligros de esa cercanía entre periodista y político?
—Cuando los Kennedy salían Bradlee se quedaba con los niños, yo nunca he llegado a eso [risas]. Tampoco he sido indulgente con ninguna conducta de ninguna persona con la que yo tuviera relación, como Bradlee reconoció que lo fue sobre la vida privada de Kennedy.
—Le dijo a Luca de Tena que solo quería ser «redactor o director».
—Bueno, era una boutade. A mí Guillermo me dio la gran oportunidad de escribir una sección semanal en la que yo hacía lo que me gustaba: trabajar como un reportero y poder firmar como un columnista. Mucha gente se sorprendía de que apareciera una firma con tanto relieve un día tan señalado, en ABC, y muchos se quedaban asombrados al conocerme porque pensaban que yo era un señor mayor, y no un veinteañero [risas].
En ABC publiqué mis primeras exclusivas. El relato de la operación a vida o muerte del dictador en el botiquín del cuerpo de guardia de El Pardo. Me lo contó Nicolás Franco Pascual del Pobil, el sobrino progresista de Franco. Otra exclusiva, ya en democracia, fue la del viaje de Suárez a EE.UU. a ver a Carter, que me lo sopló una fuente de la Embajada americana.
❝ Felipe González «No tengo ninguna duda de que participó en la distribución del vídeo delictivo en mi contra»
Y la de que un grupo de generales había ido a ver al Rey Juan Carlos para pedirle una rectificación en la marcha del proceso político, que la fuente era Felipe González.
—Con González pasó del amor al odio.
—A él le interesaba cultivar la relación conmigo precisamente porque estaba en ABC. González quería ocupar el centro del espacio político para llegar desde la izquierda a una mayoría social en la que asentar su poder. Y lo logró. Sus convicciones eran muy débiles, como se fue viendo, en todos los sentidos.
—Dice que el montaje sexual que sufrió fue «el último crimen de los GAL».
—En la segunda edición añado una cita del libro de Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote ‘El jefe de los espías’, donde Manglano cuenta que la primera persona que le habla de que existe un vídeo sexual que me va a destruir y que se va a distribuir contra mí, es González. Y dice el día y la hora en que se lo cuenta, siendo él ya exdirector del Cesid, y eso es un mes antes de que yo mismo me entere, y mes y medio antes de que se distribuya el vídeo. A mí ahora no me cabe ninguna duda de que González intervino activamente en la distribución y promoción de ese vídeo delictivo.
—Suárez.
—Los medios fuimos muy duros con él. Porque era la primera vez que podíamos criticar al poder. A medida que pasa el tiempo, Suárez se convierte en una figura de una grandeza heroica. Es el gran padre fundador de la democracia, el que toma las decisiones audaces que cambian la historia de España.
—Aznar.
—En el primer debate televisivo con González ganó contra pronóstico. En la redacción estaban sorprendidos y yo les dije: «Lo veis, este tío es mucho mejor de lo que parece».
—Zapatero.
—Ha sido la persona más normal que ha pasado por La Moncloa. Cometió grandes errores, como la gestión de la crisis económica o de la situación en Cataluña. Pero hizo avances sociales.
—Rajoy.
—El peor presidente de la democracia, en términos de las oportunidades que tuvo. Su complicidad con actos delictivos fue más fruto de su indolencia.
—Pedro J.
—Sigo al pie del cañón. Pero no soy un caso único. Jaime Campmany escribió su último artículo para ABC la noche en la que se murió, y Umbral también. El periodismo es una manera de vivir, es probablemente genético. Seguro que Luis Enríquez, Juan FernándezMiranda y Óscar Campillo estarán de acuerdo.