Ruta llena de baches para Nadal
Sorteo poco amable para el balear en el Open de Australia, pendiente del futuro de Djokovic y sus posibles consecuencias en el desarrollo del primer Grand Slam
El Open de Australia, marcado ya para siempre por la insólita situación de Djokovic, afronta su inminente inicio conteniendo la respiración, pues lo que pueda ocurrir con el número uno mundial, su presencia o no en la pista, amenaza con poner de nuevo todo patas arriba. La de ayer fue otra jornada con suspense en Melbourne después de que el tradicional sorteo de los cuadros se retrasara más de una hora sin una razón oficial, lo que hizo pensar en un cambio de última hora que pudiera afectar al serbio. Finalmente, el nombre más esperado apareció entre los 128 integrantes del torneo masculino como principal cabeza de serie, cruzado con su compatriota Miomir Kecmanovic en la primera ronda. En el camino hacia la final, Djokovic podría toparse también en semifinales con un Rafael Nadal que no tuvo demasiada fortuna, y al que le espera un camino muy áspero en su búsqueda del vigesimoprimer Grand Slam.
El balear, sexto cabeza de serie en esta ocasión, se estrenará ante el estadounidense Marcos Girón, número 66 del mundo. Más allá, su ruta se complica ya desde la segunda ronda, donde podría medirse al australiano Thanasi Kokkinakis con todo el público a favor de su rival. Dos ganadores de Masters 1.000, Karen Khachanov y Hubert Hurkacz, y el semifinalista sorpresa de la pasada edición, Aslan Karatsev, aparecen en el horizonte de Nadal en las dos siguientes rondas antes de alcanzar los cuartos de final, donde, si todo sigue su orden, tendría que afrontar un duelo mayúsculo ante Alexander Zverev o Denis Shapovalov. El mencionado duelo ante Djokovic en semifinales y una final frente a Tsitsipas o Medvedev conforman la dura travesía que le espera al español en este primer grande de la temporada.
Todo este panorama podría cambiar en caso de que el Gobierno australiano decida a favor de la expulsión de Djokovic antes de que se publique el orden de juego de la primera jornada, previsiblemente mañana. En ese caso se alteraría el orden de los cabezas de serie, pasando a ocupar su lugar el actual número 3, Zverev, lo que obligaría a reconfigurar gran parte del cuadro. Una vez que se publique el orden de juego, la salida de escena de Djokovic provocaría que su sitio fuera ocupado por un ‘lucky loser’, un jugador que haya perdido en la última ronda de clasificación. Todas estas dudas no parecen meter prisa al ya famoso ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, en cuyas manos está el futuro de Djokovic. Según varios medios australianos, la decisión de cancelar nuevamente el visado del serbio estaría prácticamente tomada y próxima a hacerse pública. De hecho, los abogados del número uno mundial estarían trabajando ya en un plan alternativo, una nueva apelación ante la justicia que volvería a dilatar el proceso y permitiría a su representado al menos comenzar a jugar el torneo.
Entre medias, el Gobierno del estado de Victoria aprobó nuevas medidas en la lucha contra el coronavirus, que sigue aumentando sin freno en los últimos días y que llevó ayer a alcanzar la cifra récord de 953 pacientes hospitalizados y más de 220.000 casos activos. La principal que afecta al Open de Australia es que tendrá un aforo máximo del 50% en sus primeros días.
Peligro para Alcaraz
Del resto de españoles cabezas de serie, tanto Pablo Carreño como Carlos Alcaraz se estrenarán ante rivales provenientes de la fase previa. En el camino del murciano aparece un peligroso duelo en la tercera ronda ante Matteo Berrettini. Roberto Bautista debutará ante el italiano Stefano Travaglia.
En el cuadro femenino Garbiñe Muguruza arrancará ante la francesa Burel. Las dificultades para ella empezarán a partir de octavos, donde podría medirse a Halep o Raducanu, vigente campeona del US Open. Mientras, Badosa se estrenará ante la local Ajla Tomljanovic, y en su trayecto aparecen rivales tan duras como Gauff, Krejcikova o la número uno, Ashleigh Barty.