Williams, la hermandad del gol
Decisivo con su tanto en la semifinal, Nico, ocho años menor que Iñaki, pone en alerta al Real Madrid
Fue suplente en la semifinal de la Supercopa contra el Atlético de Madrid por unas molestias que no resultaron obstáculo para que dejara su nombre escrito en la arena del desierto de Riad. Nico Williams (Pamplona, 2002) es una de las revelaciones de la temporada y esta noche, en la final ante el Real Madrid, quiere volver a ser protagonista en un torneo que le ha confirmado como uno de los futbolistas con más futuro del Athletic.
El marcado a Oblak fue el tercer tanto del delantero con la camiseta del primer equipo, curiosamente todos ellos logrados tras el inicio del nuevo año. Firmó un doblete en la Copa ante el Atlético Mancha Real, el día de Reyes, y el jueves eliminó a los de Simeone tras un toque sutil con el interior de su pie izquierdo. El tanto hizo llorar de la emoción a su madre, María, presente en la grada. Tras la victoria, Nico y su hermano mayor,
Iñaki, se fundieron con ella en un tierno abrazo que ni la valla del estadio Rey Fahd pudo evitar. Imagen simbólica de una vida nada sencilla. Embarazada de Iñaki, María y su marido, Félix, cruzaron el desierto hasta llegar a Melilla, donde fueron interceptados por la Guardia Civil después de saltar la valla. El matrimonio Williams se había conocido años antes en el campo de refugiados de Accra (Ghana) en el que acabaron huyendo de Liberia. Tras aquel episodio en la frontera española, la vida les llevó a Baracaldo, donde nació Iñaki.
Pero el viaje no acabó allí porque la familia Williams se trasladó por motivos laborales a Pamplona, donde María y Félix se ganaron el pan realizando trabajos agrícolas y ganaderos. Allí vino al mundo Nico ocho años después. Jugando al fútbol creció Iñaki y también su hermano, que no pasó desapercibido para los ojeadores. Las condiciones físicas y el talento que mostraba en el Club Natación, club satélite de Osasuna, llamaron la atención de varios clubes, aunque fue el Athletic el que acabó llevándoselo a Lezama, donde comenzó a destacar en edad juvenil. En la fábrica bilbaína siguió los pasos de su hermano Iñaki y la pasada temporada ambos vieron cumplido el sueño de jugar juntos en Primera división. Nico se estrenó en la élite con 18 años, 9 meses y 17 días,
En el Athletic, Iñaki es un referente desde hace tiempo, con más de 200 partidos. Nico, con 19 años y contrato con los bilbaínos hasta 2025, ha explotado este curso, aunque Marcelino prefiere mantener los pies en la tierra: «Que crezca dentro de la normalidad que un jugador joven necesita. Si somos todos prudentes y va por el camino correcto generará unas bases sólidas para añadir a su talento, que es evidente que lo tiene». Es rápido y comparte con su hermano el gen del gol, pero técnicamente es mejor que Iñaki a su edad. Alkorta, el director deportivo rojiblanco, se muestra ilusionado: «Ya es presente, pero es capaz de mejorar mucho más y tiene lo que hay que tener en el fútbol actual: velocidad, valentía y juventud».
¿Y qué dice el protagonista? Nico es un chaval con la cabeza muy bien amueblada, que siempre se ha dejado aconsejar por sus padres y su hermano: «Todo va muy rápido, doy las gracias al técnico por la oportunidad y a los compañeros por lo bien que me han acogido. Para mí, mi hermano está por encima de todos los demás, para igualarlo me queda mucho por hacer. Tengo los pies en el suelo, mi madre y mi hermano me ayudan a ello». Así es Nico, el hermano pequeño de los Williams que amenaza hoy al Madrid.