Lavrov advierte a Alemania que no retirará sus tropas de la frontera
▶ Primera reunión del ministro de Exteriores ruso con su homóloga alemana, Baerbock
El primer encuentro presencial de los ministros de Exteriores de Rusia y Alemania, Serguéi Lavrov y Annalena Baerbock, discurrió ayer en Moscú también de forma tensa, como los mantenidos en los últimos días por representantes rusos y sus colegas de EE.UU. y la OTAN. Baerbock le dijo a su interlocutor ruso que «es difícil para los países europeos no percibir como una amenaza la gran concentración de fuerzas rusas» junto a la frontera con Ucrania. A lo que Lavrov respondió asegurando que su país «no amenaza a nadie» y despliega sus tropas dentro de su propio territorio como estima conveniente.
«Hemos explicado que no podemos aceptar ninguna demanda con respecto a las acciones de nuestras Fuerzas Armadas en nuestro propio territorio», declaró el jefe de la Diplomacia rusa durante la rueda de prensa conjunta. Ella le espetó que «en las últimas semanas, más de cien mil soldados y equipos militares rusos se han desplegado cerca de Ucrania sin razón aparente».
Pero Lavrov insistió en que «muchos políticos occidentales llaman escalada a la presencia de nuestras tropas en nuestro territorio y a los ejercicios necesarios para el entrenamiento de combate». Según su opinión, «cualquier país realiza este mismo tipo de actividades para preparar su ejército». «Nosotros no amenazamos a nadie, pero sí escuchamos amenazas contra nosotros», agregó Lavrov, expresando el deseo de que todo ello «sea solamente el reflejo de ciertas emociones de ciertas fuerzas en Occidente».
Se refirió, a renglón seguido, a las advertencias de la propia Baerbock, lanzadas en la víspera durante su visita a Kiev, de que cualquier ataque de Rusia a Ucrania «tendrá consecuencias para el gaseoducto Nord Stream2». «En cuanto a las consecuencias que, como usted ha dicho, podríamos tener que afrontar, no puedo adivinar qué medidas tomará el Gobierno alemán en tal o cual situación, pero nosotros no hemos dado ningún pretexto para que surja una nueva situación de conflicto», subrayó el canciller ruso y avisó además de que «politizar un proyecto comercial como es el Nord Stream-2, es contraproducente».
En la rueda de prensa, Lavrov explicó que en sus conversaciones con Baerbock abordaron la cuestión de la «garantías de seguridad» que Moscú exige a EE.UU. y a la OTAN para disminuir la tensión en torno a Ucrania y normalizar las relaciones con Occidente. El Kremlin exige en particular que Ucrania nunca entre a formar parte de la Alianza, se reduzca la presencia de este bloque militar occidental en el este de Europa y se asegure que no se desplegarán bases militares en antiguas repúblicas soviéticas, sin contar Estonia, Letonia y Lituania, que ya son miembros de la OTAN.
Reunión con Blinken
«Hemos tratado con suficiente detalle nuestras iniciativas sobre las garantías de seguridad, que deben ser fiables y legalmente vinculantes (…) ahora estamos esperando la respuesta – por escrito– para poder continuar las negociaciones, apostamos por seguir la discusión al respecto», señaló el ministro ruso. Y, tras terminar el encuentro con su homóloga alemana, Lavrov recibió una llamada telefónica del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, a quien le repitió lo mismo que a Baerbock, que necesita contestación a la propuesta sobre las «garantías de seguridad». Y ambos ministros, según el diario ruso ‘Kommersant’, acordaron reunirse el próximo viernes en Ginebra para seguir hablando. Antes de eso, Blinken se trasladará a Kiev como hizo su colega alemana el lunes, para mostrar su apoyo a las autoridades ucranianas.
«Politizar un proyecto comercial como es el Nord Stream-2, es contraproducente», dijo ayer Lavrov en Moscú