ABC (Andalucía)

Ignacio Galán se sitúa ante el juez como víctima de Villarejo

▶ El presidente de Iberdrola apunta al exjefe de Seguridad por los contratos

- ISABEL VEGA/JORGE NAVAS

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se desmarcó ayer ante el juez de la Audiencia Nacional (AN) Manuel García Castellón de cualquier conocimien­to o relación con los contratos que la eléctrica suscribió duranteuna década con empresas del comisario José Manuel Villarejo. En línea con otros presidente­s del Ibex salpicados por este asunto, derivó toda la responsabi­lidad en el que era su jefe de Seguridad, Antonio Asenjo. Pero, a diferencia de ellos, Galán esgrimió que no sólo no ordenó espiar a personas como Manuel Pizarro o Florentino Pérez, lo que le parecería «deplorable», sino que él también fue víctima de las mismas malas artes.

No es la primera vez. La representa­ción de Iberdrola ya pidió por escrito al juez que investigas­e este asunto. La razón, una nota en la agenda de Villarejo que situaba a Galán comiendo en un restaurant­e. El juzgado ya respondió que un apunte no basta y no había más indicios. Sin embargo, ayer, ante García Castellón, Galán insistió hasta el punto de que el juez le emplazó a querellars­e. «Viene usted y vemos lo que hay», le dijo, según fuentes jurídicas.

En cuanto a las imputacion­es en sí –delito continuado de cohecho activo, contra la intimidad y continuado de falsedad en documento mercantil– por 1,1 millones de euros en encargos al comisario, reiteró que ni ordenó, ni autorizó ni conoció aquellas relaciones de Ibedrola con Villarejo. Explicó que la compañía funciona a base de departamen­tos que son autónomos y donde sus directores «no son unos ‘mandaos’», sino que tienen poder de decisión. Y el director al que señaló fue Antonio Asenjo, al que remitió cuando le preguntaba­n por el pormenor de las contrataci­ones o sus objetivos. Según señaló, Asenjo fue despedido por incumplir la normativa interna de la compañía autorizand­o el pago de las 17 facturas con conceptos ambiguos que recoge el sumario. El juez se interesó por saber cómo es que, habiendo incurrido en esa irregulari­dad, el exjefe de Seguridad se llevó un millón de euros de indemnizac­ión. El presidente de Iberdrola zanjó el asunto alegando desconocer las condicione­s laborales de Asenjo. Era cuestión, dijo, de Recursos Humanos. La Fiscalía también incidió en ello, porque Asenjo salió de la compañía previo paso por casa de Galán un domingo. Argumentó que él recibe a «muchos empleados» en su domicilio y que el fin de semana ese es su despacho.

El testigo de cargo

Hubo también tiempo para hablar sobre José Antonio del Olmo, que fue controller de Iberdrola y hoy es el principal testigo de cargo en esta pieza separada. Galán cuestionó su credibilid­ad porque, conforme señaló, durante 14 años ha callado sobre las irregulari­dades en las facturas que ahora dice conocer, las mismas que consignó en 2004 ante un notario y que ahora ha aportado a la Audiencia Nacional. Incidió en que no lo denunció dentro ni fuera de la empresa, cuando pudo hacerlo por cauces oficiales o con un buzón anónimo.

Tras la declaració­n de Galán y otros tres exdirectiv­os que han negado igualmente saber nada del asunto, mañana es el turno de Iberdrola Renovables, investigad­a como persona jurídica.

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// JAIME GARCIA Galán, a su llegada a la AN

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