La gran mayoría de los españoles creen que animales y humanos merecen la misma consideración moral
Avalan su uso en investigación médica y científica, pero no en espectáculos en vivo
Se lo preguntaba a sus seguidores el tuitero @Kurioso en verano de 2018, pero los resultados siguen vigentes: «Un niño se cuela en tu casa y, por accidente, provoca un incendio. Tu perro está dentro y llegas justo a tiempo para salvar solo a uno. ¿A quién salvas?». El resultado sorprendió a muchos; a él, el primero. El 56,8% de las 70.950 personas que respondieron hubieran salvado a la mascota por encima del niño que provocó por accidente el fuego en casa ajena.
Humanos y animales: especies similares
Ahora, un estudio publicado por la Fundación BBVA confirma que los animales forman parte de un universo cercano de a los seres humanos, tanto en términos biológicos como en cuanto a los atributos sensitivos y relacionales que, según ellos, comparten y los sitúan al mismo nivel. La amplia mayoría de los encuestados –2.000 personas mayores de 18 años en cada uno de los dos sondeos– piensan que los animales merecen consideración moral: la misma que los humanos para el 39%, o una a mitad de camino entre las personas y las plantas para el 27%. Además, ocho de cada diez españoles consideran que los animales tienen una dignidad que debe ser respetada.
En un escenario como el español, donde la mitad de la población declara tener animales en el hogar, existe un amplio acuerdo entre los ciudadanos en que el resto de las especies sienten dolor físico (8,7 sobre 10) y placer (6,9) de manera similar a los humanos, y en que sus vínculos familiares (7,2) y relaciones sociales (6,5) son similares entre las personas y animales.
Tras la elaboración de este estudio, los autores han comprobado que los animales ocupan un espacio central, material y simbólico en la vida de los seres humanos, que va desde la agricultura y ganadería hasta la alimentación, el ocio o el entretenimiento, pasando por la experimentación científica y médica además de utilizarlos también como seres de compañía en el hogar, o para aportar seguridad y defensa.
Divididos sobre su uso: sí para comer; no en espectáculos
Pese a lo anterior, existe cierto consenso sobre la legitimidad del uso de los animales para distintas actividades, como pueden ser investigación veterinaria (7 sobre 10), médica (6) y científica (5,7) así como la alimentación (6,1). Pero, por otra parte, genera amplio rechazo el uso de animales en espectáculos como los toros (1,9) o el circo (1,7). Tampoco aprueban la caza deportiva (1,7) o que se utilicen en investigaciones de productos cosméticos (1,3).
De plena actualidad tras las polémicas declaraciones del ministro de Consumo, en la encuesta –con los datos recolectados en noviembre, antes de que las realizara– existe una repudia general a un escenario hipotético en el que la producción de carne y otros alimentos pudiera justificar que los animales sufran hacinamiento (3,1 de aceptación en una escala sobre 10). Este rechazo –pormenoriza el estudio– es compartido por todos los segmentos sociales, aunque es más acusado entre las mujeres, entre quienes tienen estudios universitarios y entre quienes se colocan ideológicamente a la izquierda (un 2,3 frente a un 3,3 en el centro y un 4 en la derecha).
Investigar: sí, pero según la especie...
Para más de la mitad de la población, la aceptación del uso de animales en la investigación depende del tipo de animal del que se trate (para un 57%). Un 20% consideran que en ningún caso está justificado, mientras que un 18% opina que siempre lo estaría. Y mientras se acepta la investigación con insectos y ratas (5,9), se rechaza ampliamente la que tiene que ver con chimpancés (3,8), delfines (3,2), perros (3,3) y gatos (3,4).
... y según el fin
El grado en el que los españoles toleran el uso de animales en investigación es diferente en función del objetivo de la misma. Es más amplio cuando se trata de avanzar en el conocimiento de enfermedades mortales o degenerativas en los propios animales (6,8) y en humanos (6,4) o en el desarrollo de vacunas (6,2). Se aprueba, aunque en menor medida, para probar medicamentos (5,6) y se rechaza que con ellos se analice la contaminación (4,4) o trate enfermedades leves (4,4).
Igualar su derecho a la vida
El 54% de los españoles creen que debe reconocerse el derecho a la vida de los animales de manera similar al de los seres humanos, mientras que el 44% consideran también que debe reconocerse pero sea de manera distinta. Además, existe un amplio rechazo al llamado «especiecismo», el que considera que ninguna especie tiene derecho a explotar a otra. Quizá por ello, para todos es una «obligación moral» velar por los animales, tanto si son domésticos como salvajes o incluso ratones e insectos.