Una Copa para restañar las heridas
El Atlético visita Anoeta en plena depresión tras el fiasco en la Supercopa
Un Atlético herido por la dolorosa eliminación en la Supercopa vuelve a la actividad en la Copa del Rey con otro duelo altamente peligroso. No parece la Real Sociedad el mejor rival para tantear a un púgil medio grogui, y en el ánimo rojiblanco pesa la responsabilidad por otra eliminación temprana. Simeone, al que últimamente cuesta sacarle una sonrisa, apeló en su comparecencia de ayer ante los medios a términos como rebeldía, fortaleza, continuidad y equilibrio, características que reconoció en su equipo en los tiempos de vacas gordas y que ahora echa de menos: «Al equipo no le puedo reclamar otra cosa de lo que hace», argumentó. «Trabaja y prepara bien los partidos, la ilusión y la intención son buenas... Creo en el equipo, creo en los futbolistas, sé lo que tengo y no dudo de que van a responder bien. El equipo aparecerá».
Del duelo ante el Athletic en Riad solo se pudo salvar la actuación de Oblak, una inmejorable noticia tras varios partidos en los que el esloveno estuvo más dubitativo. Pero todo lo demás son grietas. Preocupa enormemente la fragilidad defensiva, la incapacidad para ganar cualquier pelota parada, la baja forma de Luis Suárez o la perenne plaga de lesiones. Sobre esto último no hay semana tranquila y siguen circulando sin remedio los partes médicos. Para el duelo ante la Real causan baja Kondogbia y Marcos Llorente, tocados en la Supercopa. Ambos se unen a los aún convalecientes Griezmann y Savic, que están ya en la última fase de su recuperación. Tampoco estará el sancionado Giménez.
Durante los últimos entrenamientos Simeone ha estado probando con un 4-4-2 en el que ha dado entrada al mexicano Héctor Herrera y ha movido a Koke al costado izquierdo. Según esas pruebas, Joao Félix continuaría en el once, esta vez acompañado por el brasileño Cunha. Suárez, por tanto, verá el inicio del partido desde el banquillo.
«Hablamos hace dos meses de lo que pi enso de él y lo importante que es para nosotros. No hay mucho más que decir, él ya lo sabe», dijo ayer Simeone. La Real, en cambio, llega con mejores sensaciones al partido. Ha completado una buena primera vuelta en la Liga, donde curiosamente está empatado a puntos con el Atlético, tiene la Champions a tiro y con Imanol en el banquillo le ha cogido gusto a la Copa. Su único contratiempo es la ausencia por lesión de Isak. «Es un partidazo y espero que se genere un ambiente tremendo», explicó Imanol, convencido de que jugar en casa les beneficia. En todo caso, el técnico vasco no se fía de su rival: «Cuando peor lo tienen, dan el callo. Ya se vio en la Champions».
El Atlético, por cierto, estrenará para la ocasión su cuarta camiseta de la temporada, una equipación completamente roja en homenaje al 75º aniversario de la actual denominación del club. La elástica, equipada con el escudo que estuvo vigente hasta 2017, se agotó ayer tanto en internet como en las tiendas físicas del club en cuestión de pocas horas.