¿Dónde están los datos?
Vaya casualidad: en agosto, la IGAE dejó de publicar las cifras de ejecución de los fondos europeos
S Eatribuye a Peter Drucker, padre de la moderna administración y dirección de organizaciones, la siguiente frase: «Si no puedes medirlo, no puedes mejorarlo». Otras versiones indican que se trataría de un resumen de una frase del insigne matemático británico William Thomson, el descubridor del ‘cero de Kelvin’: «Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre».
Desde agosto pasado, la Intervención General del Estado (IGAE), dependiente del Ministerio de Hacienda, ha dejado de publicar el dato de ejecución del llamado gasto finalista con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). La desaparición del dato se comprobó después de que la AIReF lo citara en su informe sobre los Presupuestos Generales del Estado de octubre: «A finales del mes de agosto, solamente se han ejecutado gastos del PRTR por importe de 104M de manera finalista». Pablo Casado enganchó la cifra y la tuiteó el 28 de octubre de 2021: «De los 24.205 millones de € de los fondos de recuperación presupuestados por el Gobierno, Sánchez solo ha ejecutado 104 millones de manera finalista». Esto cabreó mucho al gobierno.
La cifra es brutal, pero tiene una explicación: era la primera, registrada en un mes con la Administración a media máquina y sobre un total de fondos efectivamente transferidos por Bruselas de 9.037 millones que llegaron el 17 de ese mismo mes. Pero el enfado del gobierno nos ha dejado a todos a ciegas y ahora no hay críticas ni elogios porque simplemente no hay números.
Es cierto, como señala la CEOE, EY y otros analistas, que las transferencias de fondos entre Bruselas y Madrid, y entre Madrid y las comunidades autónomas, no mueven la aguja del PIB. Esta sólo se desplaza cuando esos fondos son ejecutados de manera finalista, es decir, cuando una empresa o un individuo recibe la orden de ponerse en marcha.
El mundo de la ejecución presupuestaria está lleno de trampas. No es lo mismo verla a un año que a cuatro. La burocracia es lentísima a la hora de trasladar los datos porque hay muchas normas que inciden sobre la definición de ‘proyecto ejecutado’.
Pero Bruselas no va a aceptar excusas cuando nos quiera evaluar para liberar los demás tramos de los fondos. Y no le bastará con que los hayamos gastado en pagar becas para artistas en el extranjero, exigirá resultados concretos. Contará uno a uno los 238.000 vehículos eléctricos y puntos de recarga que hemos prometido para diciembre de 2023. Y medirá el aumento de la producción de energía renovable de al menos 8.500 MW así como la creación de, al menos, dos clusters de hidrógeno renovable. Y antes de diciembre de este año, nos preguntará si hemos dotado ya las 50.000 nuevas plazas de Formación Profesional frente a las existentes a finales de 2020 y que deberían sumar 135.000 más en diciembre de 2024. jmuller@abc.es