Alemania paga por emitir deuda
Por primera vez desde 2019, el tipo de interés que paga Alemania por endeudarse se fue por encima de cero la semana pasada. Es un hito importante que aunque tenga más valor simbólico que otra cosa supone un paso en la normalización de la percepción del riesgo tras unos años en los que hemos vivido fuera de lo que explican los manuales. Hasta la semana pasada a los alemanes el emitir deuda pública no les costaba nada. Todo lo contrario, les salía a cuenta. Se endeudaban en 100 y al cabo de 10 años no tenían que devolver más sino menos, un gran negocio. Una situación anómala que ha sido consecuencia de las políticas que los bancos centrales se han visto obligados a seguir. Y menos mal que lo han hecho. La alternativa hubiera sido construir sobre las cenizas, lo que desde luego hubiera sido mucho más doloroso. En cualquier caso, hay que celebrar que los tipos vuelvan al terreno positivo. Que los bancos centrales, de forma muy ordenada, empiecen a desandar el camino andado es muy buena noticia. Señala que empiezan a ver las cosas más claras y eso tras lo vivido últimamente solo tiene una lectura.
En cualquier caso, lógicamente esto no es inocuo para los mercados. Se ha producido un movimiento de placas tectónicas que, ahora, empiezan a revertir. Evidentemente los banqueros centrales han sido en todo momento conscientes de los riesgo de mantener los tipos extraordinariamente bajos pero con muy buen criterio lo han asumido porque ha servido para que el desenlace en los últimos años no haya sido dramático. Bien hecho.
Salvo catástrofe, los bancos centrales con la Reserva Federal a la cabeza van a continuar levantando el pie del acelerador. Subidas de tipos sumadas a reducciones de balances extraordinariamente grandes van a ser el signo de los próximos tiempos. Y el camino que
queda por recorrer es mucho. Desde luego no tiene pinta de que vayamos a volver a los niveles previos a la gran crisis financiera. Pero aunque lo que finalmente se deshaga sea solo una parte de lo hecho, las consecuencias son muchas. Previsiblemente y visto el temple que han demostrado los banqueros centrales es probable que se haga de forma ordenada y anunciada con tiempo. Pero no es descartable, viendo donde está la inflación, dé miedo a pasarse de frenada. En el comportamiento de los distintos activos en las últimas semanas tenemos una muy buena pista de lo que puede pasar a futuro. Y aunque ahora nos pueda parecer poco verosímil por lo que ha hecho el mercado en los últimos años, es prácticamente el espejo de lo que han hecho. Pensado fríamente tiene toda su lógica. Son los activos olvidados de la mano de Dios los que van a coger el relevo a los que hasta ahora lo han hecho extraordinariamente bien. Los tipos en positivo es una, otra, señal de que la repreciación de todos los activos está en marcha. Se le puede o no hacer caso. Allá cada uno.