Al temor por el humo del tabaco en las terrazas se suma el miedo al Covid
► Los neumólogos alertan de que el virus puede viajar ocho metros en espacios donde se fuma
Raúl no tiene duda de que se contagió de Covid en la terraza de un bar. Era el mes de mayo de 2021, acababan de levantar el toque de queda en la capital y jugaba el Barça contra el Atlético de Madrid. El plan parecía perfecto: comer con sus amigos, ver el partido y disfrutar de la tarde sin estar pendiente de la hora de llegada a casa. Pasaron los días y el martes llegó el mensaje que torció sus planes: «He dado positivo». Y no sería el primero, el jueves de esa misma semana ya habían ‘caído’ los 12 que acudieron a la comida.
Al principio, les pareció extraño haberse contagiado en un espacio al aire libre, pese a que el joven reconoce que estuvieron sin mascarilla porque estaban comiendo, bebiendo y, además, «muchos» estaban fumando, «como siempre» que van a una terraza. Un acto que parece cotidiano y que, sin embargo, puede favorecer la transmisión del Covid. Así lo explicaba la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) la pasada semana.
«Hay algunos estudios que ya demuestran que el virus se puede contagiar a través de aerosoles. Tras darle una calada a un cigarrillo –normal o electrónico– se expulsa humo y si el sujeto está infectado, podría transmitirlo», explica a ABC Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo, experto en tabaquismo y expresidente de Separ. Según detalla, las partículas de coronavirus tienen 0,1 micras de diámetro que se pueden unir a las del humo del tabaco, que son más grandes, y alcanzar distancias de ocho metros. Por esa razón, el neumólogo asegura que la prohibición de fumar en las terrazas sería una acción «segura» durante la pandemia, y añade que es una medida que, si llega algún día, «debería quedarse para siempre».
Más grave en fumadores
Además, el neumólogo recuerda que aquellas personas que son fumadoras y contraen el Covid tienen el doble de riesgo de padecer una forma clínica grave, necesitar una UCI, recibir ventilación asistida e, incluso, morir. «En este momento, lo más razonable es tener la mascarilla puesta en todo momento, ya que protegerá del humo a quien no esté fumando», asegura Jiménez-Ruiz. Aunque reitera que la medida más correcta sería que las terrazas de los bares fueran lugares «libres de humo». Una acción que María, una joven madrileña de 25 años, agradecería mucho. «Estar tomándome algo y tener que tragarme el humo de la persona de al lado no era de mi agrado antes de la pandemia, pero es que ahora encima se suma el miedo a contraer el Covid», expone.
Asimismo, desde la sociedad científica Separ objetan que esta acción también pone en riesgo de infectarse a los trabajadores. Según los datos que han aportado las mutuas a la Confederación Empresarial de Hostelería de España, desde enero a noviembre del año 2021 unos 200.000 trabajadores del sector estuvieron de baja por el Covid-19, lo que supone el 11,3% del total de los camareros y empleados.
«Siempre apoyaremos las medidas que protejan al trabajador», explica la coordinadora de la Secretaría de Salud Laboral de CC.OO., Carmen Mancheño. Desde el sindicato reclaman que se cumpla la ley Antitabaco que está actualmente en vigor, ya que «en la hostelería los equipos de protección individual para hacer frente al virus no son los adecuados». Mancheño señala que no se ha identificado bien el riesgo y, por tanto, no se han adoptado las medidas adecuadas. «En algunas ocasiones les dan una mascarilla quirúrgica para 8-10 horas», cuando lo recomendado por las autoridades sanitarias es cambiarla transcurridas cuatro horas.