Atacan la estatua de Ponce de León el día que llega el Rey a Puerto Rico
►Las autoridades anuncian que la escultura se volverá a montar y estará lista para la llegada de Felipe VI ►El grupo Fuerzas Libertarias de Borikén reivindica el suceso y ataca la figura del conquistador español
El histórico barrio de El Viejo San Juan amaneció en la mañana de ayer repleto de agentes de policía que impedían el paso a algunas de las calles más transitadas del centro de la capital de San Juan de Puerto Rico. En un inicio se podía pensar que el revuelo se debía a las celebraciones del quinto centenario de la ciudad, hasta que la noticia trascendió: la estatua del conquistador español Juan Ponce de León –ubicada junto a la de Cristóbal Colón, en una plaza del casco histórico de la ciudad de San Juan de Puerto Rico– estaba en el suelo y partida en dos.
El acto de vandalismo tuvo lugar durante la madrugada del domingo al lunes, horas antes de que Felipe VI llegase a la ciudad de San Juan. El Rey permanecerá aquí hasta mañana, en un viaje en el que además de celebrar los 500 años de la fundación de la capital, persigue reforzar el intercambio comercial bilateral y reforzar lazos políticos, históricos y culturales.
El alcalde de San Juan, Miguel Romero, quien esta mañana entregará al Rey las llaves de la ciudad, lamentó el suceso y señaló que la estatua se iba a restituir a tiempo para la llegada de Felipe VI. «Se va a preparar la base, los pernos y es cuestión de volverla a montar. No es nada complicado», explicó Romero, al tiempo que apuntó que «la gente puede protestar y puede expresar sus opiniones, pero lo que no debe haber espacio es para actos delictivos».
El alcalde también afirmó que se ha puesto en marcha una investigación para identificar a los responsables, que pertenecen al grupo Fuerzas Libertarias de Borikén, que ha reconocido la autoría de los hechos.
«Ante la supuesta visita del Rey de España, Felipe VI, a Puerto Rico y la escalada de invasores gringos apoderándose de nuestras tierras, queremos enviar un mensaje claro: ni Reyes, ni gringos invasores; Borikén es nuestro. Juan Ponce de León quien fuera el primer gobernador impuesto por la tiranía de España hace más de 500 años representa lo peor», reivindicó dicho grupo. Y añadió: «Juan Ponce de León fue el cabecilla del aplastamiento a nuestros ancestros taínos que resistieron bajo el liderazgo de Agüeybaná el Bravo. La historia no se ha contado bien pero la generación que no se deja viene al rescate de la misma y con orgullo lucharemos como los pueblos originarios de Borikén».
La ola de 2020
Hasta ahora, los actos de hostilidad hacia estatuas de conquistadores españoles se habían dado en diferentes partes de EE.UU. y del continente americano, pero no habían llegado hasta la isla de Puerto Rico.
La ola más reciente tuvo lugar endor tre julio y octubre de 2020, cuando tras el asesinato de George Floyd se derribaron al menos cinco estatuas de Cristóbal Colón en Boston, Miami, Houston, St. Paul (capital de Minnesota) y Richmond. Después de EE.UU., en septiembre de 2020, un grupo de indígenas derribó la estatua del conquistaespañol Sebastián de Belalcázar, fundador de Cali y Popayán.
Un mes después, en la avenida Reforma de la Ciudad de México, las autoridades locales retiraron una estatua de Cristóbal Colón, días antes de la conmemoración de la llegada de Colón a América. Días más tarde, en La Paz (Bolivia), un grupo de activistas rebautizaron la Plaza de Isabel de Castilla. La llamaron Plaza de la Chola y le pusieron una pollera –la falda tradicional que utilizan las mujeres indígenas– a la estatua de Isabel la Católica.
Al cierre de esta edición, Don Felipe acababa de llegar a la ciudad de San
Tras ser recibido a pie de pista por el gobernador, Felipe VI mantuvo un encuentro con españoles que viven en Puerto Rico
Juan de Puerto Rico, donde fue recibido por el alcalde y por el gobernador, Pedro Pierluisi. Tras la bienvenida, el Rey se disponía a trasladarse a la Casa de España. Fundada en 1914 y con un predominante estilo andaluz, allí mantuvo un encuentro con una representación de la colectividad española, que en Puerto Rico asciende a unas 8.000 personas. Entre los perfiles mayoritarios, se trata de familias de empresarios, algunas ya van por la cuarta generación, de procedencia asturiana y gallega.