El Govern, incapaz de justificar la «purga» en los Mossos
► La oposición reprocha a Elena el cese del intendente que investigó a políticos soberanistas
El Govern cesó al mayor Josep Lluís Trapero el 20 de diciembre, pero la tormenta política se originó pocas horas después con otra destitución, la del intendente que dirigió las pesquisas contra algunos políticos soberanistas. Entre otras, las que afectaron al exconsejero de Interior Miquel Buch, acusado de prevaricación y malversación por crear un cargo de confianza para dotar de escolta a Carles Puigdemont. También la investigación contra la actual presidenta del Parlament, Laura Borràs, a un paso del procesamiento por el fraccionamiento de contratos públicos mientras dirigía la Institución de las Letras Catalanas, y la causa contra el presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, por la supuesta adjudicación de obra pública a cambio de mordidas.
Al frente de todos estos casos estaba Toni Rodríguez, que, durante su etapa al frente de la Comisaría General de Investigación Criminal (CGIC), llegó a pedir amparo judicial ante las injerencias de algunos mandos que solicitaron información sobre los investigados. Su cese y su nuevo destino, en la comisaría de Rubí, han sido interpretados por la oposición como una «purga» del Ejecutivo catalán en la cúpula de los Mossos; «un aviso a navegantes» –en palabras del diputado del PSC-Units Ramón Espadaler–para aquellos que investigan casos de corrupción que salpican a sus responsables políticos. Este fue el motivo que llevó ayer al titular de Interior, Joan Ignasi Elena, a comparecer en el Parlament para tratar de atajar las críticas y justificar los cambios, pero más allá de anunciar la elaboración de un protocolo para blindar esta especialidad –anticorrupción–, negar la «purga» y comprometerse a destituir al responsable de cualquier injerencia –tras asegurar desconocer las que sufrió Rodríguez–, fue incapaz de razonar los relevos en la jefatura de la policía catalana.
En cuanto a Trapero, el titular de Interior insistió en el argumentario desplegado en las últimas semanas: la necesidad de un liderazgo «coral» –incidiendo de nuevo en el personalismo del mayor–, y sobre Rodríguez, además de subrayar que quien ahora lo sustituye –Ramón Chacón– era su número dos, deslizó que «un buen cirujano no tiene porque ser un buen director de hospital», alabando así su capacidad como investigador, pero poniendo en duda su labor como mando. Para tratar de disipar las sospechas tras este cese, Elena también anunció un incremento de la plantilla de anticorrupción, pasando de 12 a 30 agentes, pero sus argumentos no convencieron a la oposición. Tanto PSCUnits, como Vox, Cs y PP reprocharon al titular de Interior su falta de concreción e insistieron en que los cambios obedecen a una «purga» .
Blindar «anticorrupción»
La alusión constante del Departamento a la «feminización» del Cuerpo o al relevo generacional en sus filas, son premisas que no concuerdan con la elección de los sustitutos de los cesados: dos hombres, y en uno de los casos –Chacón– cuatro años mayor que su predecesor. En cuanto a los objetivos que Interior ha fijado para los Mossos en los próximos años, en lo que el ‘conseller’ calificó de «segundo despliegue», –con «comisarías de barrio» o la especialización en la lucha contra el cibercrimen–, tampoco supo justificar por qué Trapero y Rodríguez no están cualificados, a su entender, para asumir dichos retos.
Sí insistió el titular de Interior en que acometer cambios en la cúpula es su potestad, como jefe político del Cuerpo, y recordó que en el último año han sido tres los responsables de la comisaría cuyo mando ahora asume Chacón. Además, Elena se valió del respaldo de los sindicatos para justificar la treintena de relevos en puestos de mando. Entre ellos, Sicme, que agrupa al 90% de los mandos de la Policía catalana, y que días atrás reprochó que se cuestionase la «independencia y profesionalidad» de quienes ahora asumen nuevos puestos, tras subrayar que los cambios son habituales, como en cualquier otra organización.
Para concluir su intervención, Elena recalcó que «todas las investigaciones de anticorrupción se desarrollan con el máximo hermetismo» y tildó de «insultante» que se ponga en cuestión. Pese a ello, la ausencia de motivación sobre los relevos, no convenció a la oposición, que volvió a tildar de «degradación» el cese de Rodríguez.
Joan Ignasi Elena
Consejero de Interior «Todas las investigaciones de anticorrupción se desarrollan con el máximo hermetismo»
Ramón Espadaler
Diputado de PSC-Units «El cese de Rodríguez genera sospechas graves y parece un aviso a navegantes»