ABC (Andalucía)

El Gobierno erró en su previsión inicial de PIB en 54.000 millones

▶ El Ejecutivo fue el que más falló en su primera y última estimación al solo crecer la economía un 5% en 2021 ▶ Los expertos detectan «anomalías» en el dato del INE que habrían inflado el crecimient­o del último trimestre

- BRUNO PÉREZ / DANIEL CABALLERO

La recuperaci­ón de España palidece ante el 7% que ha registrado la economía francesa, aunque supera el 2,8% de Alemania, que cayó menos durante la pandemia

Tirar de optimismo en las previsione­s tiende empujar al alza a la economía, simplement­e por contagio de que esa situación es real. Eso dicen los analistas que ocurre con las estimacion­es y eso debió pensar el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos cuando pintó el PIB para 2021. La realidad ha supuesto una bofetada para la ‘cocina’ del Ejecutivo ya que el desvío en sus previsione­s sobre el dato de PIB avanzado ayer por el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE) ha resultado ser mayúsculo.

El INE avanzó ayer que la economía creció el año pasado un 5% interanual, un dato que no sólo queda lejos de la estimación oficial sino que palidece ante el crecimient­o registrado en Francia, donde el PIB se disparó un 7% en 2021. Alemania, cuyo dato de crecimient­o anual también se difundió ayer, sólo avanzó un 2,8%, pero su economía se contrajo mucho menos que la española en 2020.

El dato español es provisiona­l y será ratificado –o no– cuando haya mayor evidencia estadístic­a sobre el último trimestre, pero actúa como termómetro del error de cálculo del Ejecutivo.

El Gobierno ha tenido dos previsione­s muy distintas a lo largo del año pasado. La inicial la mantuvo en vigor hasta abril y preveía una expansión del 9,8%, contando con un fuerte impulso de los fondos europeos (2,6 puntos). La diferencia respecto al dato del INE es de 4,8 puntos, lo que equivale a casi 54.000 millones menos de PIB. Es más del doble de lo que costó el rescate a Bankia por el que Unidas Podemos tanto se rasga las vestiduras.

En abril, el Ministerio de Hacienda presentó la actualizac­ión del programa de estabilida­d. Ahí ya se contuvo el optimismo, aunque no del todo. Metieron

un tijeretazo a las estimacion­es hasta el 6,5% que han mantenido, de manera oficial, hasta la actualidad. Aun así, esta cifra sigue estando 1,5 puntos por encima del crecimient­o que desvela Estadístic­a, lo que equivale a casi 17.000 millones.

Existe una tercera ‘estimación’ no oficial de La Moncloa. El presidente Pedro Sánchez dijo a mediados de enero que el PIB había repuntado en 2021 más de un 5%. Tampoco acertó.

El problema de que el Gobierno haya errado tanto en sus cálculos también radica en lo mal que sale en la foto respecto al conjunto de institucio­nes y casas de análisis. Tomando como referencia el panel de Funcas, el consenso de los analistas apuntaba en marzo a un 5,9% de crecimient­o en 2021. Esto son 3,9 puntos menos que lo que esperaba entonces el Ejecutivo. La Comisión Europea preveía un 5,6%; el FMI, un 5,9%; y la OCDE, un 5,7%. Ni siquiera el Banco de España en su escenario más optimista –no el más factible– lo igualaba, al prever un 8,6%. El Ejecutivo fue el que más se equivocó.

Siguiendo el último panel disponible, de este mes de enero, también el Gobierno fue el que más erró. El consenso de los analistas vaticinaba un alza del 4,9% el año pasado. De entre el conjunto de las institucio­nes y casas de análisis, la predicción más elevada era del Centro de Predicción Económica (Ceprede-UAM) con un 5,2%; todas las demás estaban por debajo, mientras el Gobierno mantenía su 6,5%.

¿Un frenazo maquillado?

El dato de avance del cierre de 2021 difundido ayer por el INE confirmó el enfriamien­to de la economía en la recta final del año que ya avanzaban analistas y Banco de España, bajo el lastre de la inflación y la sexta ola del virus. Según Estadístic­a, la economía habría perdido fuelle bajando su ritmo de crecimient­o del 2,6% al 2%, a la espera de incorporar la informació­n del mes de diciembre, que el INE agregará en dos meses y que ya mostrará en toda su crudeza el impacto de la variante Ómicron que según los indicadore­s avanzados del Gobierno ha sido demoledor sobre el consumo.

Con todo, la economía española sale hasta bien parado de la evaluación del INE si se tiene en cuenta que el gasto en consumo final, que suele explicar alrededor de la mitad de la evolución del PIB, experiment­ó un caída del 1%.

Si esto no arrastró a la economía española hacia los terrenos del estancamie­nto de la actividad fue porque la inversión marcó un tremendo crecimient­o del 8,5%, al que los analistas

consultado­s no terminan de encontrar explicació­n

«Es algo bastante inaudito. Al parecer las empresas habrían acumulado inventario­s de forma muy importante en el cuarto trimestre, supongo que ante la dificultad de encontrar suministro­s», explica Raymond Torres, director de Coyuntura Económica de Funcas. «En la inversión puede haber algún efecto de los fondos europeos, pero es menos significat­ivo».

Según el Servicio de Estudios de la CEOE, la aportación de esta variable al desempeño trimestral de la economía española ha sido crítica y significat­iva, ya que sin su intervenci­ón el crecimient­o entre octubre y diciembre no habría sido del 2% sino de un escaso 0,5%.

En otras palabras, según el INE, España habría esquivado el estancamie­nto en el último trimestre porque las empresas habrían acumulado existencia­s de forma masiva en un contexto de dificultad­es de suministro de materiales por los cuellos de botella en las redes logísticas internacio­nales y de fuerte encarecimi­ento de las materias primas y componente­s por la subida de precios de la energía y la escasez de materiales en el mercado.

Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos, explica que los fenómenos de acumulació­n de existencia­s tienen la virtud de inflar el crecimient­o en el momento que se producen, ya que se computan como ingreso a efectos de Contabilid­ad Nacional, pero también lastran el potencial de crecimient­o a futuro ya que una vez acumuladas las existencia­s las empresas se centran en colocarlas y no en producir nuevas remesas. Una nota difundida ayer por la CEOE ya advertía de que el fenómeno «puede limitar el crecimient­o en próximos trimestres».

La otra gran singularid­ad del dato del INE se encuentra en los datos sobre empleo. Estadístic­a refleja un incremento de la población ocupada del 6,4% en 2021, que contrasta con que las horas efectivas trabajadas solo aumentaron un 2,9%.

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