La Generalitat catalaniza las universidades y a sus profesores
Pone en marcha planes para que esta lengua sea la única de uso a cambio de sacrificar el español y el inglés
Los grupos nacionalistas, que controlan la Generalitat de Cataluña, no tienen pensado aceptar el bilingüismo social de la comunidad y, en lo que parece una respuesta impulsiva tras las sentencias judiciales que obligan a la Consejería de Educación a aplicar, al menos, el 25 por ciento de las asignaturas en español en las aulas, dieron a conocer unas pinceladas de dos nuevos planes para que el uso del catalán gane espacio en las universidades y los colegios, a costa del uso del español, sobre todo, y también del inglés.
Por un lado, la consejera de Investigación y Universidades, Gemma Geis, y Xavier Quinquillà, director general de Impacto Territorial y Social del Conocimiento, presentaron ayer los datos sobre el uso del catalán en las aulas universitarias, concretando que el 70,5 por ciento de las asignaturas en los grados se imparten en esta lengua. Pese a este dato, anunciaron que pondrán en marcha un plan, que darán a conocer en abril, para que ese porcentaje suba, lo que supondrá menos asignaturas en español (26,8 por ciento, actualmente) y en una tercera lengua, sobre todo en inglés (22,1 por ciento, la suma supera el cien por cien porque hay asignaturas que se imparten en varias lenguas).
Quinquillà concretó que el objetivo principal del plan es «incrementar la docencia en catalán, para que todos los grados tengan un itinerario en catalán», así como «aumentar los másteres en catalán» (ahora: 39,8 por ciento en catalán, 37,9 en español y 32,9 en inglés) e «incentivar el uso del catalán en las tesis, que son mayoritariamente en inglés».
Además, según informaron ayer, la consejería registró 55 quejas sobre el cambio de lengua de los profesores universitarios, de entre unos 220.000 alumnos matriculados en Cataluña. El 60 por ciento de estas 55 quejas se resolvieron, ya que los profesores acabaron por usar el catalán, aunque hubiera alumnos que no lo entendían.
Politización de los campus
Tras conocer las pinceladas de este plan, Universitaris per la Convivència emitió un comunicado rechazando el proyecto de la Generalitat y negando la existencia de un problema lingüístico en los campus, «donde profesores y alumnos nos expresamos con total normalidad en la lengua que preferimos, amparados por las acertadas previsiones del artículo 35.5 de nuestro Estatuto de Autonomía».
Además, esta entidad, que agrupa a unos 200 profesores universitarios, subrayó su preocupación «por la creciente instrumentalización política de nuestras universidades a las que se pretende presentar como un todo uniforme y sumiso al poder nacionalista, algo que atenta gravemente contra derechos fundamentales, entre ellos la propia autonomía universitaria».
Por otro lado, siguiendo la idea general, desde la Consejería de Educación se anunció que los profesores que quieran ejercer a partir de 2024 deberán tener un mayor dominio del catalán. Hasta ahora, para acreditar su nivel de conocimiento de la lengua bastaba con presentar el nivel C1 (de suficiencia) pero ahora se reclamará el nivel C2, que va más allá del conocimiento básico del idioma –en el Marco Común Europeo de Referencia corresponde a un dominio alto o bilingüe–. La medida –una exigencia y no un requisito– tiene como objetivo, entre otros, que maestros y profesores no cambien de lengua cuando los alumnos se dirigen a ellos en castellano.
El 70,5% de las asignaturas en los grados se imparten en catalán, un porcetaje que subirá y supondrá menos clases en castellano