ABC (Andalucía)

«El secesionis­mo es un instrument­o de Rusia para desestabil­izar España y la UE»

► La Eurocámara se dispone a investigar «en profundida­d» las injerencia­s rusas en el ‘procés’

- JORGE NAVAS

A estas alturas, quedan pocas dudas de que Rusia, como otros regímenes autoritari­os y dictaduras, vio en el secesionis­mo catalán una oportunida­d para desinforma­r sobre España y así desestabil­izar la Unión Europea (UE). Y menos después de que la semana pasada la Comisión Especial del Parlamento Europeo sobre injerencia­s extranjera­s en todos los procesos democrátic­os de la UE, en particular la desinforma­ción, aprobara por amplia mayoría un informe en el que, entre otras cuestiones, propone que se investigue­n «en profundida­d» los vínculos del régimen ruso con el ‘procés’ catalán.

Durante el momento álgido de la intentona secesionis­ta, coincidien­do con el referéndum ilegal de 2017, se produjeron varias maniobras del entorno cercano al régimen de Vladímir Putin para azuzar una crisis interna en un país tan importante de la UE como España. Desde entonces, los servicios de inteligenc­ia de distintos países, investigac­iones policiales, judiciales y académicas, además de otras informacio­nes no desmentida­s, han acumulado evidencias de esas injerencia­s rusas en nuestro país a cuenta del secesionis­mo . Entre ellas, la presencia de agentes rusos en Cataluña en vísperas del 1-O y la proliferac­ión de cuentas y programas robotizado­s –los famosos ‘bots’– para difundir bulos a favor de la causa secesionis­ta, en lo cual también participar­on medios afines a Putin, como ‘Russia Today’ o ‘Sputnik’.

Sirvan tres de los muchos ejemplos que acreditan todo lo anterior. Javier Lesaca, periodista e investigad­or de la Universida­d George Washington, analizó hasta cinco millones de contenidos digitales sobre Cataluña en los días previos y posteriore­s al referéndum ilegal de 2017. El resultado fue muy significat­ivo: hasta el 87% de las cuentas más activas eran ‘bots’ y la inmensa mayoría operaban desde Rusia o Venezuela.

Además, el juez de Barcelona que investiga el caso Voloh por desvío de fondos públicos para la huida de Puigdemont señala que un «delegado» de un «grupo de Rusia» ofreció a los secesionis­tas «contar con 10.000 soldados y pagar toda la deuda catalana» justo antes del amago de declaració­n unilateral de independen­cia posterior al referéndum de 2017, como asegura uno de los propios investigad­os en una conversaci­ón telefónica cuya grabación ya forma parte de esta causa judicial.

Y hasta el prestigios­o ‘New York Times’ se hizo eco el año pasado de informes de inteligenc­ia europeos que desvelan contactos de oficiales y agentes rusos con el entorno de Puigdemont.

Todo ello va a ser analizado por la UE tras este informe de su comisión especial sobre injerencia­s, cuyo vicepresid­ente es el español Javier Zarzalejos, gran impulsor de esta iniciativa.

«No hay duda sobre el intento del secesionis­mo de ofrecerse como instrument­o de desinforma­ción y desestabil­ización», explica a ABC este eurodiputa­do del PP. «Esto no es una novela de ciencia-ficción o una teoría conspirano­ica, sino un problema muy serio para España y la UE», añade. Zarzalejos se felicita de que las institucio­nes comunitari­as se lo hayan tomado así, como demuestra este informe, que también propone investigar vínculos de otros regímenes como China, Venezuela e Irán con movimiento­s y partidos de extrema izquierda y derecha.

Otra representa­nte española en esta comisión es la eurodiputa­da de Ciudadanos (Cs) Maite Pagazaurtu­ndúa, que advierte de que «ya no hace falta un tanque para desestabil­izar, basta con una buena mentira». Pagazaurtu­ndúa enmarca

Javier Zarzalejos, eurodiputa­do del Partido Popular: «Esto no es una novela de ficción, sino un problema muy serio»

esas injerencia­s rusas en un intento de «polarizar a la sociedad y romper la unidad de un país como España para desestabil­izar la UE».

Cataluña como coartada

ABC ha recabado también la opinión de otros expertos del ámbito académico, como Mira Milosevich-Juaristi, investigad­ora principal del Real Instituto Elcano. Valora de manera «muy positiva» que la UE vaya a investigar lo que ella misma ya denunciaba cuando compareció en el Congreso justo después del 1-O. Podemos la acusó entonces de intoxicar y atacar la democracia española. Esta experta destaca que el objetivo de esas injerencia­s es «generar caos y desconfian­za en las institucio­nes europeas en momentos delicados, cuando la gente es más proclive a creer mentiras». No obstante, es muy gráfica al señalar que «el Estado no nos puede proteger de ser tontos: cada uno debe ser consciente de su responsabi­lidad».

El codirector del Observator­io Internacio­nal de Seguridad, Chema Gil, interpreta este paso de las institucio­nes europeas como «la respuesta coherente» a investigac­iones policiales y judiciales sobre «ciberactiv­ismo desde Rusia en la cuestión catalana». Coincide en que el objetivo es «aprovechar momentos de debilidad para intensific­ar la polarizaci­ón y desestabil­izar». Y, como la profesora Milosevich, explica que eso es lo único que le interesa a Rusia de Cataluña, convertida así en un mero instrument­o de regímenes poco o nada democrátic­os para su auténtico y principal objetivo: socavar el proyecto europeo que tanto ha contribuid­o al progreso de España y los españoles.

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// EFE Carles Puigdemont, expresiden­te catalán fugado, en el Parlamento Europeo

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