Entre plasma y ectoplasma
Francisco Igea aspiraba a regenerar la política y va a terminar de la misma forma que lo hizo Mariano Rajoy: por plasma
Francisco Igea ve pasar la campaña desde la ventana de casa, desde la pantalla del ordenador. Observa cómo se le escapa a Ciudadanos el poder con prismáticos como James Stewart en ‘La ventana indiscreta’. Y es que hacer una campaña para sacar uno o dos procuradores –cuando se viene de condicionar un gobierno entero con doce– como mínimo requiere la moral de Rafa Nadal.
A Igea lo que le sienta bien son los escenarios en contra. Lo demostró en las primarias de su partido. Pero más allá de remontadas poco probables, el proceso de Cs en Castilla y León es exactamente el mismo que sigue el partido en el resto de España: la decadencia camino hacia la nada. Ciudadanos es ese partido que quizá hacía falta en España y que España no ha sabido entender. O tal vez fue Cs quien no supo entender a España. Porque lo que no cabe en la cabeza del españolito es que se vote a un partido que le sostenga a Pedro Sánchez un estado de alarma que, a todas luces, tenía toda la pinta de inconstitucional.
Ahora no es Arrimadas la que ha metido a Igea en casa, pero ver cómo se deshace en halagos con el que fuera su enemigo acérrimo hasta hace dos tardes, da la medida de lo grave que es la situación para el partido, casi al borde de la extinción.
Igea no tendrá, con toda seguridad, la oportunidad de ser vicepresidente otra vez. Pero como la política es así, tiene la posibilidad de ser el primer candidato, por decisión de la Junta Electoral, que podrá realizar un debate electoral –el de esta noche– en calzoncillos. Ya puestos a que no le aplacen el debate, a tener que hacerlo por webcam, no se me ocurre mejor forma de congraciarse con el votante que realizarlo de la misma manera que han estado teletrabajando la mitad de los españoles desde que empezó la pandemia, vestidos únicamente de cintura para arriba.
Igea aspiraba a regenerar la política y va a terminar de la misma forma que lo hizo Mariano Rajoy: por plasma.