El CIS investiga la filtración de datos a Pablo Iglesias
► Tezanos asegura que no adelantó las cifras al exlíder de Podemos y busca al responsable
El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, asegura a ABC que él no adelantó a Pablo Iglesias los datos del último sondeo sobre las elecciones de Castilla y León y que está dispuesto a averiguar quién fue y depurar responsabilidades.
En un comunicado difundido ayer, la institución anunciaba la apertura de una investigación interna para averiguar cómo hizo Pablo Iglesias para tener las estimaciones de voto de Podemos antes de que el sondeo se hiciese público de forma oficial. El exlíder de la formación morada los difundió en un grupo abierto de la aplicación de mensajería Telegram y cuando se dio cuenta de lo que había hecho, lo borró. Se disculpó a renglón seguido comentando que su intención era remitirlos no al público general sino en un mensaje privado. «Nos dan entre 3 a 5 escaños», decía el primer mensaje. «La cocina vete a saber y ya sabes que el CIS es raro pero son los que más recursos tienen. Mis sensaciones son buenas», añadió. Luego, el borrado y la rectificación: «¿Quién no ha mandado un privado al canal?».
Pero el problema no era ese. El problema es que los datos eran certeros y él los tenía antes de tiempo. La pregunta es cómo hizo para conseguirlos, pues ya no ostenta ningún cargo ni en el gobierno ni en el partido que pudieran explicar, mal que fuera, un acceso privilegiado. De esto, nada ha dicho Pablo Iglesias en público aún. Tampoco en ese canal de Telegram.
El primer salpicado por la filtración fue el propio Tezanos, especialmente después de que el diario ‘El Confidencial’ revelase que unas horas antes del incidente ambos habían compartido mesa y mantel. Pero el presidente del CIS aseguró a ABC que de él no habían salido las cifras y ayer el comunicado del centro incidía en esa línea. La institución ha ido un paso más allá y ha anunciado la apertura de una investigación interna para esclarecer los hechos. El anuncio llega cuando los grupos parlamentarios de la oposición empiezan ya a pedir cuentas a Tezanos. El mixto ha registrado una pregunta en el Congreso sobre el presunto acceso «privilegiado» de Iglesias al sondeo y el Partido Popular, directamente, ha pedido la dimisión de Tezanos al entender que la sospecha de filtraciones al que fue vicepresidente del Gobierno es por sí misma un «escándalo». Avisan de que instarán una comisión de investigación si Tezanos no da el paso por sí mismo y deja la institución.
Ciudadanos, ya el primer día, reaccionó de manera similar: «Este manejo de información es corrupción», decía Edmundo Bal en un mensaje en el que instaba igualmente que el presidente del CIS abandonase la entidad.
El desgaste, para Tezanos
Sin embargo, en el Centro Sociológico insisten en que desconocen, como el propio Tezanos, de dónde sacó Iglesias la información y de ahí que quieran iniciar una investigación de puertas para adentro. De este modo, y aunque sea de manera indirecta, se pone el peso sobre el propio Iglesias. Él y sólo él, sabe de quién y cómo obtuvo datos de un sondeo costeado con fondos públicos que no estaban publicados de manera oficial.
Mientras, el desgaste es para Tezanos. Y no es la primera vez que está en el punto de mira. Ya Vox se querelló contra él, aunque sin éxito, por entender que estaba malversando el dinero público de las encuestas vaticinando resultados que no se acababan coincidiendo con la realidad y que en campaña, beneficiaban al Partido Socialista, el mismo que le ha nombrado en el cargo.