Segundo país exportador
Una semana más a vueltas con los datos económicos. La mejor forma de no entrar en la pelea en el barro en la que se ha convertido la interpretación de los mismos probablemente sea coger algo de distancia y recordar las grandes diferencias del cuadro macroeconómico la última vez que tuvimos lecturas de empleo parecidas a la que conocimos la semana pasada y lo que esto supone mirando para adelante.
Quizá la más importante, y es algo de lo que se habla poco, es que hoy llegamos a ese punto con varios años consecutivos con superávit por cuenta corriente. Y aunque este indicador que resume la evolución de la balanza de pagos suscite menos comentarios hay que destacar que sus lecturas de los últimos años son algo inédito en la evolución de la economía española. Detrás de este vuelco está el incremento del peso de las exportaciones. Las ventas al exterior –bienes y servicios– han pasado de representar algo más del 20% sobre el PIB a casi el 35%. Este salto sitúa a España como la segunda potencia exportadora de Europa, solo por detrás de Alemania y por delante de países con mucha mayor tradición como Francia, Italia y Reino Unido. El número de empresas que desde la gran crisis financiera se han abierto al exterior ha sido enorme y todo esto es solo mérito suyo.
El endeudamiento privado tampoco tiene nada que ver con los niveles anteriores a 2008. Ese fue precisamente el gran problema. El espejo del bajo apalancamiento del sector privado se ve en los balances de los bancos. El ratio de depósitos sobre créditos es históricamente alto.
A lo anterior hay que sumar que el sector inmobiliario se encuentra en el arranque del ciclo y que la tasa de esfuerzo necesario para comprar una casa es bastante razonable. Por lo que se dan todas las circunstancias para que el inmobiliario siga tirando con lo que eso supone para una economía como la española.
Con independencia de lo que puedan pensar de los datos de empleo o crecimiento, una mirada más amplia nos permite entender que hoy se están dando en muchas mejores circunstancias que cuando se dieron la última vez. Las bases para un mejor y más sostenido crecimiento están sentadas. A partir de ahí podemos criticar lo que queramos. Las cuentas y los cuentos que decía aquel.