ABC (Andalucía)

Encuentros en la tercera Pfizer

La lucha contra el Covid ya es unipersona­l y voluntario­sa

- JUAN JOSÉ BORRERO

No lo duden, el mejor regalo para el Día de San Valentín será una serología para la persona amada. Queda inaugurada la fase del culto al anticuerpo. Nada es ya más urgente que saber si estás armado frente al Covid o te puedes poner la tercera dosis.

Los bandazos de la Comisión de Salud Pública sobre el periodo en el que una persona contagiada de Covid tiene que reforzar su inmunidad natural con esa tercera dosis de la vacuna hacen un flaco favor a las campañas institucio­nales y ofrecen a los movimiento­s antivacuna­s material pirotécnic­o para atraer a incautos y despreveni­dos. La última recomendac­ión de espaciarla cinco meses desde el positivo, cuando hasta hace una semana se planteaba un periodo de cuatro semanas, descoloca a los ciudadanos en una fase crítica de la pandemia. Entre los contagios masivos y las dudas sobre el riesgo de estresar el sistema inmune, la administra­ción de la tercera dosis en menores de 60 años ofrece ya en Andalucía cifras inferiores a la media nacional.

Es otro síntoma de hartazgo. Queremos pensar que lo peor de la pandemia pasó y nadie de los hasta ahora responsabl­es de la crisis sanitaria se va a oponer a ese deseo. Ya nadie se atreve a indicar, solo se recomienda. Por ese camino hasta el número de dosis será una decisión personal. Que cada uno se gestione sus anticuerpo­s como pueda. La lucha ya es unipersona­l y voluntario­sa. Nos hacemos autotest, informamos por una app del positivo y solicitamo­s la baja automática de 7 días de forma telemática; ahora podemos saber por 40 euros cómo vamos de anticuerpo­s... Con la llegada en marzo de nuevas vacunas terminarem­os yendo a los vacunódrom­os como al gastrobar: –Póngame media de Moderna, con chip de Jannsen y aderezo de Pfizer...

Hemos pasado del riguroso confinamie­nto al relativism­o de los expertos para seguir rodeados de inconcreci­ones y de estadístic­as diarias que sabemos irreales. Hay más contagios de los que se declaran y no todas las muertes son «por» Covid. Dicen que esto se acaba, pero nadie sabe decir cuándo ni cómo. Será cuando estemos tan cansados como los expertos, que han quedado para recomendar mascarilla­s a costaleros y aforos estúpidos de estadios. Y encima los negacionis­tas ganando terreno. Que al menos el final sea digno.

¿Leyeron la exclusiva del compañero Pablo Díez sobre los virus que se manipulaba­n en Wuhan? La ciencia puede superar a la ficción. Ficción era la película de Spielberg en la que el ovni contestaba a una secuencia sonora humana propia del juego Simon (Simón tenía que ser). A pesar de la ciencia, después de seis olas, creo que nosotros sabemos menos del bicho que aquellos americanos de 1977 de los extraterre­stres, y solo llegaron a la tercera fase.

Hasta los comités de expertos muestran el cansancio. Han quedado para recomendar mascarilla­s a costaleros y aforos estúpidos de estadios

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