Empleo «permitió» el desvío de fondos de los parados para pagar la cabalgata de Almonte
Comieza el juicio por el fraude en Formades, entre 2008 y 2010, de los cursos de formación
Ana María Orihuela era concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Almonte cuando en 2006 accedió a la gerencia del Consorcio Andaluz de Formación Medioambiental para el Desarrollo Sostenible (Formades), ubicado en la aldea del Rocío, donde se impartían cursos de formación relacionados con el mundo ecuestre para desempleados. Durante 2008, 2009 y 2010 recibió de la Junta hasta 5,5 millones en subvenciones para dichos cursos e inversiones. Ayer se sentó en el banquilllo de los acusados de la Audiencia por presuntamente desviar el destino de esos fondos para contratar a su hijo o un sobrino, o para el pago de facturas «exóticas», como las definió el fiscal, como los gastos de la cabalgata de los Reyes Magos de Almonte de 2009, en la que ella encarnó al rey Melchor, o el desayuno de dicha cabalgata. Orihuelo no dudó en descargar las culpas hacia abajo, al administrador del centro, y hacia arriba, a la Dirección General de Formación de la Junta, entonces gobernada por el PSOE-A, que conocía la contratación de su hijo y permitió los gastos de las cabalgatas.
Ana María Orihuela se enfrenta a seis años de cárcel. Los otros acusados, su hijo, empleado de mantenimiento; su sobrino, seguridad del centro; y el veterinario del consorcio, se enfrentan a dos años y medio.
Sobre las contrataciones irregulares de los tres acusados, dijo que era una cuestión del administrador del consorcio. «Yo daba por hecho que él cumplía la ley», afirmó la exconcejal socialista. En la causa no existen contratos, ni presupuestos de tres proveedores que optaban a surtir de ciertos servicios al centro como formación o seguridad, ni tampoco los pliegos de condiciones de los contratos, a pesar de que Orihuela jurara por Dios, incluso, que existían pero que después de ser cesada en 2011 y detenida en 2014 nunca pudo acceder a ella.
Añadió que los pliegos se hicieron y que enviaron a la Dirección General de Formación y allí se eternizaban. «Me decían que esperara». Pero la gestión del consorcio tenía que seguir y prorrogaban a los antiguos trabajadores o proveedores, entre los que estaban los otros tres acusados. Su hijo recibió decenas de transferencia por valor de más de 400.000 euros. «Me siento culpable de la gestión (administrativa) y pido perdón», admitió.
El fiscal le preguntó por las facturas «exóticas» de «difícil encaje». En su defensa, afirmó que la directora general de Formación le permitió que el consorcio pagara 6.500 euros en caramelos y gominolas para la cabalgata de los Reyes Mayos de Almonte en 2009, donde ella encarnó al rey Melchor. Además, abonó un desayuno de los Reyes Magos o 14 facturas de comidas con empresarios.
No tuvo problemas en reconocer que los cursos de formación para empleados, seminarios y jornadas para los que recibieron dinero público no se realizaron, aunque era el eje central de la actividad del consorcio.