La vanguardia de la retaguardia
Ser antimoderno, dice Compagnon, es ser un moderno en libertad
AAntoine Compagnon, quizá el último gran intelectual que ha criado la vieja Europa, le gusta tomar prestadas unas palabras que fueron de Roland Barthes: ser antimoderno es algo así como situarse en la vanguardia de la retaguardia. Una cosa parecida a lo de la cola de león y la cabeza de ratón, pero referido, naturalmente, al ámbito de la cultura. El antimoderno es un disidente de la disidencia, un ser consciente que prefiere la servidumbre voluntaria de la tradición a la emancipación forzosa que brindan las revoluciones. Ser antimoderno, dice, es ser un moderno en libertad.
Lo singular de nuestros días, que en lo demás son un calco de los de cualquier otro tiempo, es la forma en la que revolucionarios y conservadores han decidido vindicarse. Los otrora ortodoxos hacen hoy gala de macarrería disidente, mientras que los llamados a ejercer el rupturismo progresista se tientan las partes blandas cada poco para ratificar la pureza de sangre y el riguroso cumplimiento de su puritano credo.
Tal es el afán que unos y otros ponen en embestirse que cualquier excusa es buena para exhibir unas diferencias que sabemos artificiales. Como ya se ha dicho todo sobre el Benidorm Fest, no merecerá la pena aplicar más lupa sobre el levantino espectáculo, cuyo verdadero mérito ha sido telonear otro show aún más formidable: el político. Si la indignación airada que hemos mostrado por semejante chorrada se hubiera dispuesto, qué se yo, en defensa de los latines, no cabe duda de que habitaríamos un país más noble.
Pero estamos en España, aquello no era la Bastilla sino Benidorm (¡ni siquiera Woodstock!) y algunos decidieron llegar tarde a una revolución que tampoco existe. Los de la retaguardia de la vanguardia le han cogido gusto a hacer interpretaciones ideológicas de cualquier cosa, cuando el gesto pertinente sería, Bloom mediante, exactamente el contrario: defender una lectura culta de la política y no una lectura politizada hasta la neurosis de toda expresión cultural.