ABC (Andalucía)

«Los barones y alcaldes somos el buque insignia del PP, al servicio de Casado»

► Su intención es «gobernar en solitario», pero se declara dialogante y no descarta un pacto con Vox

- MARIANO CALLEJA

Alfonso Fernández Mañueco se hizo el día anterior a esta entrevista 700 kilómetros por carretera en Castilla y León: un día normal de su campaña en esta región, la más amplia de Europa. El presidente y candidato del PP a la reelección se está ‘pateando’ a fondo las nueve provincias, un consejo de Aznar, y no se fía un pelo de las encuestas que le dan la victoria. Por eso intenta rebajar al máximo ese triunfalis­mo que se respiraba en el PP incluso antes de convocar las elecciones, como si el 13-F en Castilla y León fuera a ser una repetición del 4-M en Madrid, y él una especie de copia de Ayuso. Ni las regiones se parecen, ni los candidatos son los mismos. Y él lo sabe. —’Mañueco o sanchismo’. Así lo presenta Pablo Casado en campaña. La verdad es que suena al ‘socialismo o libertad’ de Ayuso. ¿Se ha inspirado en la campaña de Madrid?

—Aquí estamos haciendo una campaña para Castilla y León, para hablar de sus problemas y ofrecer soluciones. Somos consciente­s de que un Gobierno fuerte y estable ayudará a garantizar la estabilida­d en España. Quiero un Gobierno que esté presente en la política española como factor de equilibrio y de moderación.

—Las elecciones del 4-M fueron un éxito para el PP. ¿Ayuso es el referente del partido en este momento?

—No, cada uno es referente en su territorio. Yo sé que me comparan con Ayuso, pero también con Feijóo o con Juanma Moreno. Afortunada­mente, hay muchos referentes en el PP. Me refiero a referentes de gestión, no me estoy refiriendo al presidente nacional, que está fuera de toda duda. Tenemos un ramillete de presidente­s y alcaldes en el PP, que formamos un buque insignia al servicio de Pablo.

—¿Ayuso le ha dado algún consejo, del tipo ‘vuela libre y toma tus propias decisiones’, como le dijo a Juanma Moreno?

—Lo bueno que tengo es que hablo con todo el mundo, escucho y me dan consejos, presidente­s autonómico­s, alcaldes, Aznar o Rajoy y mis antecesore­s en la Junta de Castilla y León.

—Estuvo con Aznar en el mitin de Valladolid. ¿Qué consejo le dio?

—Sus consejos los dijo públicamen­te (ríe). A mí me insistió en que confiara mucho en la gente de la tierra, y que sobre todo hiciera un esfuerzo de movilizaci­ón. Me dijo: mira, yo cuando vine aquí dije: soy castellano y leonés por elección, tú confía en la gente de la tierra y patéate bien todo el territorio.

—Todo el mundo pudo ver en ese mitin cómo Aznar leía la cartilla a Casado, aunque luego lo negó. ¿Cómo lo vivió usted en primera fila?

—Yo estaba un poco emocionado, porque es una persona a la que yo conocí cuando era un joven de Nuevas Generacion­es y un incipiente líder universita­rio. Él era presidente de la Junta, en 1987 y yo tenía 22 años. Y que dijera las cosas tan generosas que dijo de mí, hablando de liderazgo claro, de confianza en el proyecto que yo encarnaba, tengo que reconocer que me quedé ensimismad­o con eso. Luego he visto las interpreta­ciones a sus declaracio­nes. No le di más importanci­a. De hecho, me consta que estuvieron hablando después.

—¿Su adversario en estas elecciones es Tudanca o Sánchez? Al primero ni siquiera le menciona en los mítines.

—Yo pido que el Gobierno de Sánchez sea más sensible con Castilla y León. Sería todo más fácil si fuera un aliado de esta tierra y nos ayudara. No entiendo la despreocup­ación de Sánchez con esta tierra y estoy convencido de que mucha gente con otra orientació­n ideológica votará al PP por dignidad. —Usted fue el primero en denunciar las palabras del ministro Garzón contra la ganadería española. El PP se ha volcado en un asunto que, a la vista de las encuestas, no le ha hecho crecer. —Defender los intereses de las personas de Castilla y León no tiene que ver con encuestas. Es un acto de dignidad. El sector ganadero es un sector comprometi­do, honesto, responsabl­e y cumple los estándares medioambie­ntales y de bienestar animal. No sé si me da votos o no, pero yo lo defenderé.

—¿Qué le pasó por la cabeza cuando vio el espectácul­o de la votación en el Congreso sobre la reforma laboral?

—Lo sucedido en el Congreso es el reflejo de un Gobierno débil. En un Gobierno Frankenste­in solo pueden ocurrir estas cosas. Por eso pido un apoyo claro, unánime y rotundo el 13 de febrero. Para tener un Gobierno fuerte en Castilla y León, capaz de sacar adelante las reformas sin hipotecas. Lo que pasó en el Congreso es una forma de hacer política inaceptabl­e. La política no es ganar a cualquier precio. Esa forma de hacer política es la misma que la de Tudanca cuando presentó su moción de censura y se apoyó en tránsfugas.

—El adelanto electoral es una apuesta arriesgada. ¿Qué hará si le sale mal?

—Confío en que salga bien. Allá donde voy me encuentro gente con mucha ilusión, con ganas de transforma­r esta tie

rra y con ganas de hacer crecer desde Castilla y León a España. Tengo claro el camino: servicios públicos, educación y sanidad de primera, apostar por una política de apoyo a la familia y fomento de natalidad, mimar a las personas mayores y bajar los impuestos.

—Es la primera vez que se convocan elecciones en solitario en esta región, y se prevé un bajón de participac­ión. ¿Es el principal peligro para el PP?

—Estamos en una situación sin precedente­s y por eso he pedido una movilizaci­ón sin precedente­s, en masa. No puede ser que por una baja participac­ión vengan políticas impuestas desde Ferraz, o tripartito­s extraños. Las personas de Castilla y León somos gente sobria, austera, a veces hasta secos, pero no somos tontos, y sabemos lo que nos estamos jugando. Nos jugamos el futuro de Castilla y León, y el papel que queremos tener en España. Y por eso creo que habrá buena participac­ión.

—¿Qué le preocupa más, la subida de Vox o el auge de partidos localistas?

—A mí lo que me preocupa es que el PP tenga el máximo posible de apoyos y por eso pido concentrar el voto en el PP.

—No se escape. ¿Cómo ve el crecimient­o de Vox?

—Esto de las encuestas... La válida es el 13 de febrero. Mucha gente ha ganado elecciones en las encuestas, pero luego las ha perdido en las urnas.

—¿Pactará con Vox si no logra una mayoría suficiente?

—Esta pregunta tiene mucho morbo.

Hay que tener paciencia, es el momento de explicar nuestro proyecto. Sí que puedo decir que el único partido que tiene un proyecto de futuro, de ilusión y con las ideas claras y experienci­a de gestión es el PP.

—¿Por qué molesta tanto en el PP hablar de una posible coalición con Vox?

—Pues porque quiero ganar las elecciones. Quiero ser la fuerza política más votada, y no quiero distraerme con que si pacto a un lado o a otro.

—Pensaba que es por su perfil moderado, y que hablar de pactos con Vox le produce cierta urticaria...

—Sí, soy una persona moderada de talante, soy dialogante, pero también firme para defender las cosas en las que creo. A partir de ahí, soy capaz de entenderme con la mayoría, como se vio en el pacto de recuperaci­ón económica de Castilla y León.

—Entonces no descarta ese acuerdo con Vox.

—Yo quiero gobernar en solitario.

—¿Si no gobierna en solitario sería partidario de repetir las elecciones?

—Eso son palabras mayores. Habrá que ver el resultado de las urnas pero desde luego yo no estoy pensando en estos momentos en una repetición de elecciones. Es una decisión que no se me pasa por la cabeza.

—El PP se autoprocla­ma ‘partido de la tierra’. Lleva gobernando más de tres décadas aquí. Si los partidos localistas tienen éxito, será que no lo han hecho tan bien en su tierra.

—Vamos a ver qué ocurre. Siempre ha habido en Castilla y León partidos de similares caracterís­ticas. Son como olas, suben y bajan, y hay que respetar todas las opciones. En estos tres años que llevo de presidente, he estado pegado al territorio, lo que me ha permitido la pandemia. Estar en todos los municipios, son 2.248, es imposible, pero he estado muy presente.

—Todo indica que si se mantienen las tendencias, Casado solo podría llegar a La Moncloa con el apoyo de Vox. ¿Qué le dice ese escenario?

—Acaba de decir Pedro Sánchez que hasta 2024 no habrá elecciones. En dos años puede ocurrir de todo. Había quien pensaba que a Rajoy le quedaban dos telediario­s apenas dos años antes de que ganara con mayoría absoluta. En 2009 hubo elecciones gallegas, si Feijóo no hubiera gobernado, Rajoy habría estado en serios problemas.

—¿El resultado en Castilla y León será clave para Casado también?

—Sé que todo el mundo está pendiente de lo que ocurre aquí. Pero lo primero es ocuparnos de la gente de Castilla y León y de su proyecto de futuro, y lo segundo es el papel de Castilla y León en España. Quiero un Gobierno fuerte, que ayude a moderar la política en España.

—¿Se la juega Pablo Casado el 13-F?

—Siempre que hay elecciones, todos los que no presentamo­s nos la jugamos. He preferido arriesgar mi futuro político y convocar elecciones, porque entendía que el Gobierno no se tenía que pactar con tránsfugas en los despachos, sino que tenía que salir de las urnas.

—Me refería al presidente del PP.

—Bueno, sé lo que me arriesgo yo y lo que me juego.

—¿Por qué da la impresión de que el liderazgo de Casado no se acaba de consolidar?

—En mi opinión sí está consolidad­o. Lo que pasa es que hace falta que Sánchez convoque elecciones y ganarlas. Y cuando eres presidente te consolidas, claro que sí.

—¿Volvería a pactar con Ciudadanos si fuera necesario o está descartado?

—El Gobierno de coalición ha funcionado correctame­nte, salvo esta situación de traición y deslealtad que provocó la ruptura del pacto. Asumo todo, lo bueno y lo malo, de ese Gobierno de coalición, un Gobierno unido, con liderazgo claro y apuesta clara por Castilla y León. El futuro se decidirá en las urnas.

—En Madrid la gestión de la pandemia tuvo un peso esencial en las elecciones. En Castilla y León, Sanidad estuvo en manos de Ciudadanos. ¿Hay que atribuirle la responsabi­lidad?

—El responsabl­e es el presidente, para lo bueno y para lo malo. Yo he estado siempre al frente de la situación, pegado al terreno en todo momento.

—Las próximas elecciones pueden ser las de Andalucía. El calendario parece bien diseñado por el PP.

—Nunca, nunca, nunca he hablado con Pablo en términos de convoca tú, luego viene Andalucía y espérate que luego vienen las municipale­s. Siempre me ha dicho lo mismo: tú conoces mejor Castilla y León, sabes lo que es mejor para la región, toma las decisiones.

«Eso son palabras mayores. Habrá que ver el resultado en las urnas, pero es una decisión que no se me pasa por la cabeza»

❝ Repetición electoral

Pedro Sánchez «No entiendo la despreocup­ación de Sánchez con esta tierra, mucha gente de otra ideología votará al PP por dignidad»

Pablo Casado «Su liderazgo está consolidad­o, pero hace falta que Sánchez convoque elecciones y ganarlas»

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