«Los letrados de la Cámara me llamaban cada vez que votaba telemáticamente»
Alicia Sánchez-Camacho Senadora del PP y exsecretaria de la Mesa del Congreso
En 2017, Alicia Sánchez Camacho era diputada popular y secretaria de la Mesa del Congreso. Votó telemáticamene durante dos meses porque sufrió una lesión que le impedía caminar. En aquel momento, el procedimiento se seguía a rajatabla.
«Cada vez que voté telemáticamente, sin excepción, me llamaba un letrado del Congreso para verificar que había sido yo la que había votado y para comprobar qué es lo que había votado», señala a ABC.
«La verificación personal es un proceso necesario porque el voto es un acto jurídico. No es suficiente una verificación con unas claves porque alguien puede descubrirlas, ‘hackearlas’ o puedes perder el dispositivo o que lo coja tu hijo y vote sin querer si tienes las claves grabadas», apunta Sánchez-Camacho. «Una cosa es que en pandemia, cuando es imposible física y materialmente llamar a 300 diputados, se realice una verificación con usuario y contraseña y otra muy distinta que esto siga siendo la norma cuando la presencialidad se ha recuperado al 100 por ciento, como sucede ahora», añade. No obstante, para Sánchez Camacho lo relevante es que el diputado pidiera que se ejerciese el chequeo telefónico. «Si el diputado ha alegado que el procedimiento no ha respondido a los previsto en la resolución de 2012, que sigue vigente, y ha solicitado amparo, no está justificado que se le deniegue», remacha.
La exdiputada popular Margarita del Cid fue una de las primeras en utilizar el voto telemático tras su aprobación en 2012 y también relata la verificación sistemática que antes realizaban los letrados. «Vote telemáticamente durante toda mi baja de maternidad y el procedimiento fue siempre el mismo. Tras votar, me llamaba un letrado e iba comprobando el sentido de lo que había votado», recuerda.