El Capitolio trabaja en un plan para contener el auge de Rusia y China en América
▶ Acuerdo bipartidista para que EE.UU. se prepare también en materia de seguridad
Preocupa en Washington que las naciones iberoamericanas adopten las redes 5G que ofrece la dictadura china
Destacados senadores demócratas y republicanos presentaron esta semana en Washington un proyecto de ley para dotar al Gobierno de Estados Unidos de un plan estratégico, del que hoy por hoy carece, para contener el avance de Rusia y de China en el continente americano. La propuesta viene del senador republicano Marco Rubio, de Florida, y del demócrata Bob Menéndez, de Nueva Jersey, y pide formalmente a los secretarios de Estado y de Defensa de EE.UU. que entreguen un plan de estrategia al Capitolio para ayudar en la defensa mutua y la seguridad de los países aliados en la región.
Según dice el proyecto de ley bipartidista, facilitado por los gabinetes de ambos senadores, «la dañina y maligna influencia en América Latina y el Caribe de los Gobiernos de la República Popular China y la Federación Rusa representa un riesgo para los primeros y para los intereses nacionales de EE.UU.» Y por eso piden los senadores al Ejecutivo norteamericano que tenga «planes de seguridad creíbles» dedicados a la zona, para «prevenir actos de agresión» y, sobre todo, «responder, si es necesario, a amenazas regionales y contra los intereses de seguridad nacional de EE.UU.».
Desde los años de Bush hijo, la Casa Blanca no se dota, por medio de su Consejo de Seguridad Nacional, de una estrategia de seguridad para el continente americano.
Como ejemplo, los senadores se refieren al apoyo financiero de China y la asistencia militar de Rusia a las dictaduras de la zona. Rubio, que forma parte de la Comisión de Inteligencia del Senado, asegura que «no hay mayor amenaza en nuestra región que la creciente intromisión de Rusia y China en Latinoamérica y el Caribe». Por su parte, Menéndez, que preside la comisión de Exteriores, dijo que es necesario para EE.UU. «enfrentarse a los retos de seguridad producidos por el impacto desestabilizador de las dictaduras y la influencia maligna de países extranjeros» en América.
Para la alarma de estos senadores y otros en el Capitolio, China ha sustituido a EE.UU. en el rol de principal socio comercial y de inversiones en el grueso de países de América Latina. Un ejemplo: el presidente argentino, Alejandro Fernández, acaba de visitar tanto Rusia como China, y en este último país negoció inversiones en energía, comunicaciones y tecnología por 23.000 millones de dólares, además de un acuerdo con la empresa china Huawei para introducir el 5G en el país. La Casa Blanca ha tratado de impedir ese acuerdo tecnológico durante meses.
Ucrania de fondo
El régimen de China, de hecho, está invirtiendo fuertemente en infraestructuras, sobre todo en puertos marinos y en la construcción de una red celular 5G, que Washington considera un riesgo de seguridad por la posibilidad de espionaje de la dictadura.
Por su parte, Rusia es un destacado aliado militar y proveedor de armamento de todo tipo a Cuba, Nicaragua y Venezuela. El mes pasado, en plena crisis por Ucrania, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, que encabezó una delegación en conversaciones con EE.UU., advirtió de que Moscú «no descarta» desplegar tropas en Cuba y Venezuela. Enviar o no fuerzas rusas a Cuba y Venezuela «depende de cómo actúen en adelante nuestros colegas estadounidenses», añadió, en respuesta a una pregunta de la prensa.
Si se aprueba, el proyecto de ley presentado en Washington requeriría que los secretarios de Estado y de Defensa de la Administración Biden elaboren en un plazo de 180 días una estrategia para reforzar el apoyo tanto militar como diplomático a socios en el continente americano, en asuntos que comprenden desde el narcotráfico hasta el crimen organizado. Según los senadores, los pasos a tomar incluyen, entre otros, aumentar los ejercicios de entrenamiento militar con fuerzas armadas aliadas.
El Kremlin ha amagado hace poco con desplegar tropas en Cuba, Venezuela o Nicaragua para amenazar a EE.UU.