El nivel de las reservas de gas de Alemania es «preocupante»
▶ Están al 35% de su capacidad, según el Gobierno, por debajo del nivel crítico del 40%
Si el conflicto continúa aumentarán los precios, que resultarán difíciles de asumir por los particulares y para la economía
Un portavoz del Ministerio alemán de Economía y Clima reconoció ayer que el nivel de las reservas de gas, todavía con meses de invierno por delante, es «preocupante». Las cisternas alemanas están ahora mismo al 35 o 36% de su capacidad, por debajo del nivel crítico del 40%. Más del 55% de las importaciones alemanas de gas proceden de Rusia y la tensión geopolítica sobre Ucrania está teniendo como consecuencia una reducción del suministro.
El canciller Olaf Scholz ha asegurado que el suministro está «garantizado» para terminar el invierno, pero el informe ministerial afirma que, con menos del 40% de las reservas, Alemania no puede hacer frente a una ola de frío de siete días de duración, y el Instituto de Economía DIW asegura que «si el conflicto de Ucrania se agrava y Rusia suspende el suministro, viviremos una crisis del gas con aumentos de precios que resultarán difíciles para los consumidores y para la economía».
El aumento de los precios ya se ha hecho sentir durante 2021. Gasag, uno de los mayores proveedores con sede en Berlín, ha duplicado sus tarifas para los nuevos clientes y otros proveedores, como Stadtwerke Pforzheim, la han quintuplicado. La red sufre cuellos de botella en el suministro desde el pasado otoño, cuando la empresa rusa Gazprom anunció los primeros cortes de suministro a Moldavia, en vigor desde el 1 de diciembre, como consecuencia de que la antigua república soviética no pagaba una deuda acumulada de 600 millones de euros.
Moldavia, que cubre el 67% de su demanda con gas ruso, sufrió un déficit de unos 16 millones de metros cúbicos que trató de comprar a Rumanía y Alemania, un aumento de la demanda que elevó los precios.
Desde mediados de diciembre, las entregas de gas ruso a Alemania a través del gasoducto Yamal-Europa, por Bielorrusia, registraban también caídas. Los flujos en la estación de medición de Mallnow, en la frontera germanopolaca, eran de solo 366.734 kWh, frente a los 10.000.000 kWh de semanas anteriores. Moscú se sirve del cierre del grifo del gas para presionar a favor de la autorización de entrada en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2, que atraviesa el mar Báltico, 1.225 kilómetros de tuberías hasta la costa norte de Alemania con capacidad de suministrar 55.000 millones de metros cúbicos al año. La obra fue terminada en septiembre , pero actualmente sigue pendiente de la licencia necesaria para operar y su parálisis figura en el catálogo de posibles sanciones a Rusia por parte de la UE en caso de una escalda bélica entre Rusia y Ucrania.
Más dependientes
En caso de aplicarse esa sanción, Alemania pagaría un caro precio, porque ningún otro país europeo es tan dependiente del gas ruso y los expertos consideran que, de cara a 2030, esa dependencia no solo no disminuirá sino que habrá aumentado. Los proveedores de energía en Alemania, desde Uniper hasta Eon, han dejado claro en los últimos meses que el gas estadounidense no puede reemplazar el suministro ruso porque en Europa no hay suficientes terminales de GNL que puedan absorber ese gas extraído del fracking.