Urkullu se suma a Bildu: «Habría que replantearse las políticas de excepción»
Con la competencia de centros penitenciarios asumida, habla ya de reformar la legislación
«¿Un asesino de ETA tendrá los mismos beneficios que un delincuente?». Con esta pregunta, Amaia Martínez, parlamentaria de Vox, provocó ayer en el pleno de Vitoria que el lendakari se pronunciase por primera vez acerca de la política penitenciaria que aplicará su Gobierno tras asumir las competencias de prisiones. Urkullu no respondió directamente, pero sí se refirió a no aplicar «políticas de excepción» que son las que se ejecutan con los terroristas de ETA y cuyo cumplimiento reclaman las víctimas, especialmente con los reos por delitos de sangre y a quienes el ministro Grande-Marlaska se comprometió en su día a no beneficiar con medidas como acercamientos y progresiones de grado de blanda exigencia. Las cifras de traslados indican que se ha hecho lo contrario.
«ETA ya no existe», destacó el lendakari en el hemiciclo. Considera por ello que es «momento de repensar» si tienen sentido las políticas excepcionales. «No es posible resolver los problemas de hoy con las pretendidas soluciones de ayer», añadió. Con sus palabras, el presidente vasco asume en buena medida el lenguaje habitual de la izquierda abertzale.
Urkullu pidió además abordar «reformas legales para favorecer los fines constitucionales», que, según entiende el Gobierno vasco, pasan por fomentar el principio de «igualdad ante la ley» y aplicar unas políticas penitenciarias que tengan como objetivo «la reinserción». Una de las reformas que sobrevuelan hoy en este sentido es la que permitiría descontar a los presos de ETA las condenas cumplidas en Francia, pese a que Estrasburgo avaló que no se hiciese, y que adelantaría excarcelaciones. De momento, la última palabra es de la Audiencia Nacional.