La gripe aviar obliga a sacrificar a 134.000 gallinas en Valladolid
▶El riesgo para la salud humana es bajo, pero se vigilan las granjas avícolas del país
La Junta de Castilla y León ha sacrificado 134.000 gallinas de puesta tras detectar un brote de gripe aviar en una explotación de Íscar, en Valladolid. El protocolo de la Unión Europa obliga a destruir todos los productos y utensilios de la misma o la trazabilidad y comprobación de los huevos comercializados durante los últimos 21 días.
El sacrificio intenta evitar que el brote de la temida H5N1 se extienda a otras explotaciones. Se ha establecido así una zona de protección que alcanza un radio de tres kilómetros y en la que se toman medidas de bioseguridad más estrictas. Esta se complementa con una zona de vigilancia que va de los tres a los diez kilómetros de radio con restricciones más leves. En esos diez kilómetros se sitúan hasta 32 explotaciones para carne, huevos y cría de ponedoras, de las que 18 están en la provincia de Segovia y 14 en la de Valladolid. Todas van a estar sometidas a controles extraordinarios, pero no tendrán que sacrificar a sus animales salvo que la infección se extienda.
Este brote preocupa por la cercanía a Olmedo y a sus granjas, aunque se espera poder extinguir el brote a primeros de marzo. Y también por su repercusión en el comercio exterior.
La granja de Íscar no es la primera damnificada. La circulación en Europa de una cepa altamente transmisible, la H5N1, capaz de dar el salto de especie a humanos, ha disparado las alarmas en el continente.
En enero hubo otro foco en una granja de pavos de Fuenterrebollo (Segovia), que obligó a sacrificar a unos 18.900 pavos. Era el primero que se producía en una explotación agrícola en España desde 2017. Después se registraron otros cuatro brotes en aves silvestres, en las provincias de Lérida, Palencia y dos en Ávila. La vigilancia se ha extremado, pero el reto es grande con un virus que se propaga con la migración natural de las aves, capaces de desplazarse miles de kilómetros y extender la enfermedad por diferentes territorios.
Miles de focos activos
En Fuenterrebollo se ha llegado a la conclusión que el virus llegó a partir de los excrementos de aves silvestres en un pajar. Por el contrario, en Íscar aún se están realizando las encuestas epidemiológicas para determinar las causas que lo han llevado hasta los animales domésticos, que a día de hoy se desconocen. Las condiciones de esta otra explotación o la ausencia de paja parecen descartar la llegada de aves salvajes enfermas.
En la Unión Europea ahora mismo hay más de 1.700 focos activos. Italia era el país que más problemas estaba teniendo en las granjas, pero en las últimas semanas Francia también está viviendo un auténtico incremento de casos, con 151 criaderos afectados, de los cuales dos tercios están en el departamento de Landas, en el sur del país y muy cerca de la frontera con España.